La decisión de la hermandad de la Macarena de cambiar el recorrido de ida de la cofradía esta Madrugá ha provocado una auténtica revolución entre los vecinos de la calle Correduría . En poco más de mes y medio han logrado recoger más de 400 firmas y han elaborado un escrito en el que reclaman a la junta de gobierno que reconsidera su acuerdo , descartando el paso por la Alameda de Hércules y recuperando el itinerario «tradicional» entre las calles Feria y Trajano. En la evocadora carta, que fue entregada en la tarde de ayer al secretario de la Esperanza, Francisco Castilla, los vecinos señalan que están « apenados y sorprendidos » por este cambio de recorrido, asegurando que «no somos capaces de imaginarnos cómo será el vacío en nuestra calle, en nuestras casas, en nuestros balcones y en nuestros corazones macarenos que llevamos todo el año esperando este momento ». Una ocasión que, según relatan, servía para «ofrecer a nuestros familiares y amigos un trocito de nuestra casa como el presente más preciado en la semana de Pasión». Los firmantes mantuvieron hace unas semanas una reunión en uno de los bares más emblemáticos de Correduría. En ella dieron lectura a la carta y decidieron por mayoría registrarla oficialmente en la hermandad, a la espera de que rectificaran la decisión. Cuestionan, además, el itinerario escogido por la Macarena, advirtiendo de que su calle « es donde la gran Señora comienza a despedirse de su barrio » y recuerdan, en una clara referencia a otros acuerdos adoptados por la junta de gobierno, que «Correduría es su barrio...no es Cuna». De igual modo, dicen no imaginarse «al Señor de la Sentencia y a sus armaos bajo las luces blancas y frías de las farolas de estética sesentona de la Alameda». Parras y las calles estrechas La carta de los vecinos incide en que el itinerario de la Macarena se ha caracterizado siempre por las calles estrechas , en las que «los balcones engalanados, los pétalos y las setas custodian de derecha a izquierda a la Madre de Dios». Defienden también que no recuerdan «avalancha alguna o altercados por motivos de aglomeración» al pasar la cofradía por sus casas y hasta llegan a preguntarse si «¿ acaso la calle Parras es fácil para el desarrollo del cortejo que va en estación de penitencia?» Finalmente, se dirigen a la «respetable» junta de gobierno para indicar que «resulta complicado aplicar un criterio correcto en un asunto en el que no sólo debe primar la orgánica sino el corazón, la devoción y la tradición «. Además, en un evidente tono irónico y apelando »al plano más humilde«, señalan que «hay que ser especialmente cuidadosos y delicados con el sentimiento de los devotos y vecinos macarenos de su barrio». Una «tradición centenaria » que confían vuelva a recuperarse como «soñamos estos vecinos», concluyen. Por su parte, la hermandad de la Macarena acogió ayer con buen tono este escrito e informó a los vecinos de los motivos concretos que habían empujado a la junta de gobierno a tener que tomar esta decisión. Entre ellos, la propia mejora de la organización, al cambiar un tramo estrecho y sinuoso por la amplitud de la Alameda de Hércules, un «espacio abierto y diáfano que no sólo aliviará a los hermanos integrantes del cortejo sino que también permitirá que muchas más personas contemplen la cofradía».
