Los clásicos son textos que deben ser siempre estudiados con respeto y sobre todo meticulosidad antes de subir al escenario. Por eso la compañía María Muñoz /Mal Pelo dudó cuando le ofrecieron hacer esta experiencia, no exenta de riesgo, de representar a través de su lenguaje 'La vida es sueño' de Calderón de la Barca , cuyo resultado final fue una obra titulada 'De haber nacido' que los días 15 y 16 de marzo se representa en el Teatro Central de Sevilla «Fue una propuesta que recibí de Lluis Omar y Xavier Albertí de la Compañía Nacional de Teatro Clásico donde hacen un programa que se llama diálogos contemporáneos, programando en la sala grande una obra clásica que está en cartel bastantes semanas y mientras hacen este ciclo en la sala pequeña, y encargan a gente de otras disciplinas, que se enfrenten a una obra clásica. El primero que lo hizo fue Alberto Conejero, pero también se lo han planteado a una mujer poeta, y entonces nos lo propusieron. Yo estaba en un primer momento por decir no , porque estábamos en un momento de creación del dúo que presentaremos en julio en el Festival Grec, y por otro lado, nos daba bastante respeto, porque la única aproximación que habíamos tenido a una obra clásica fue en 2005 que hicimos una pieza inspirada en el Quijote. No era una obra teatral, sino más de imágenes, además sobre un libro que todo el mundo conoce pero pocos han leído«. En este caso, 'La vida es sueño' es una obra escrita en verso, por lo que la dificultad es mayor, pero al final dijeron que sí a la propuesta, «pero les planteamos la idea de hacer una aproximación al personaje de Rosaura , que no es el principal, pero sí muy importante, y hacer un camino paralelo entre extraer lo que es el personaje en la obra de Calderón y por otro lado, poderlo llevar a un lugar de autoficción en el que yo pudiera alimentarlo con mi propio imaginario», dice la bailarina y coreógrafa. Al hacer la propuesta, Xavier Albertí les sugirió que buscasen la obra de Pasolini que se llama 'Calderón', que fue la última que escribió antes de morir y que se centra en la figura de Rosaura, «pero Pasolini la sitúa en la Barcelona de postguerra y cada vez que ella despierta lo hace en un contexto diferente. La locura de esa obra es que en cada episodio aparecen Segismundo, Basilio..., pero con unos roles diferentes. Al leer la obra de Pasolini encontramos textos con mucha fuerza y comenzamos a reescribirlos», comenta María Muñoz. Con la ayuda de Helena Pimenta quien ayudó a Muñoz en sus ensayos, se hicieron dos grabaciones que forman parte de la banda sonora, además de textos propios y un fragmento pequeño que se hace en directo. La pieza se montó en un pequeño equipo, «estuve muy protegida por ellos. El proyecto me hizo trabajar con muchas limitaciones nuevas y me hacía preguntas, además de darme la posibilidad de usar el texto que quisiera y hacerlo en castellano. De hecho es una obra que no he hecho en Cataluña«. La obra es un sólo de María Muñoz, «pero trabajado a la manera que trabajamos nosotros, cinco personas involucradas, en un proceso muy intenso. Estaba Luis Martí que hizo el diseño de luces generando espacios muy interesantes, luego está Fanny Thollot que es la que hace el paisaje sonoro, que lo hizo con elementos que ella transforma electrónicamente, pero también usando fragmentos de músicos con los que hemos trabajado en nuestras otras piezas que son Quiteria Muñoz, soprano, Joel Bardolet,– violín y Bruno Hurtado, viola de gamba y violón. Leo Castro ha hecho toda la parte audivisual, y completábamos Pep Ramis y yo. No me lo he planteado como cuando hago un sólo que viene de una página en blanco, sino que los cinco estábamos con el reto de la obra de Calderón y la de Pasolini». 'De haber nacido' Compañia María Muñoz/Mal Pelo Dónde: Teatro Central Dirección: Avda. José de Gálvez s/n. Isla de la Cartuja Cuándo: 15 y 16 de marzo Horario: 19.30 horas Precio: 22 euros Entradas: teatrocentral Finalmente, la obra se centró en el viaje interior del personaje de Rosaura, descartaron la tercera jornada, y se entra en un texto que cierra el personaje que está todo el tiempo luchando por crearse una identidad. En la obra original hay un juego de simulación por el que Rosaura siempre cambia de personaje, incluso vistiéndose de forma diferente, «y nosotros hemos hecho nuestro propio paralelismo, hago cambios en cada una de las tres partes, y es un largo monólogo sobre esa lucha por la identidad» , dice María Muñoz. Confiesa la coreógrafa y bailarina que esta obra le ha aportado cosas muy distintas, «porque es una obra de otra época, escrita para la escena y en verso, había muchos retos, pero fue un trabajo muy agradable sobre todo, las dos semanas de trabajo en la sede de la Compañía Nacional y todo ayudó».
