El «cuidao» amenazante de la vicepresidenta María Jesús Montero a los diputados del PP esconde algo mucho más allá de los clásicos exabruptos de la política sevillana, de la que estamos acostumbrados ya a verla jalear a su líder a base de palmas, saltos y gritos zafios. Es otro paso más en el uso descarado de las instituciones del Estado, que Pedro Sánchez ha puesto a su servicio, obviando su papel neutral, lo cual es una exigencia insoslayable de cualquier democracia. La ministra de Hacienda ha filtrado datos de una inspección fiscal que ha hecho a la pareja de Isabel Díaz Ayuso en un periodo temporal en el que aún no mantenían relación sentimenal alguna, para destruir su reputación. Es...
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