Demet Özdemir se ha consolidado como una de las actrices turcas más queridas a nivel mundial, con millones de seguidores que la apoyan en sus causas. Su gran influencia le permite abordar temas cruciales, como los derechos de las mujeres y el machismo, problemáticas profundamente arraigadas en la sociedad turca. En los últimos días, Turquía ha sido escenario de protestas masivas debido a nuevos crímenes machistas que han conmocionado al país. El brutal asesinato de dos jóvenes de 19 años, Ayşenur Halil e İkbal Uzuner, ha desatado una ola de manifestaciones en las que colectivos feministas han denunciado la inacción del gobierno ante la creciente violencia de género.
Activistas y defensores de los derechos de las mujeres critican severamente a las autoridades por su falta de acción y la impunidad que a menudo protege a los agresores. Acusan al gobierno de no aplicar eficazmente las leyes que deben proteger a las mujeres y de haber debilitado sus derechos al retirarse del Convenio de Estambul. Las protestas destacan un fenómeno inquietante: muchas mujeres turcas recurren a las redes sociales en busca de justicia, evidenciando una profunda desconfianza en las instituciones policiales y judiciales.
Consciente de su responsabilidad, Demet Özdemir ha alzado su voz en solidaridad con las víctimas de la violencia machista. A través de sus redes sociales, la actriz ha condenado enérgicamente estos feminicidios que han sumido a su país en el luto. Su compromiso no ha pasado desapercibido, y sus seguidores han respaldado su postura, compartiendo y amplificando su mensaje de denuncia. Algunos usuarios en redes sociales comentan: «Demet siempre ha sido una mujer muy sensible que ha apoyado a mujeres, niños y animales en numerosas causas».
Demet no está sola en esta lucha. Otras figuras destacadas del mundo del espectáculo, como Hande Erçel, también se han unido a las protestas, utilizando su visibilidad para condenar públicamente la trágica situación que atraviesa Turquía en relación con la violencia de género. Hande expresó su preocupación, afirmando: «Tengo miedo de todo lo que está pasando en mi país». Este respaldo colectivo de las actrices demuestra que la lucha por los derechos de las mujeres en Turquía está ganando visibilidad y apoyo.
