Su precio low cost no fue lo único que me conquistó, sino también la comodidad que me brindan.
Cuando acabó el confinamiento allá por 2020, yo ya estaba completamente sumergida en la moda comfy, esa en la que predominan las prendas anchas, cómodas y gustosas, como los chándal, los jerséis anchos o las zapatillas tipo UGG, por lo que me negaba a subirme de nuevo en unos tacones que me fastidiasen el día o la noche por la incomodidad. ]]>