Si 2024 fue un año que dejó auroras boreales en sitios inusuales, 2025 promete repetir estampas tan bellas como –sólo a veces– preocupantes. Estos destellos celestes son reflejo del impacto de enormes cantidades de partículas cargadas eléctricamente sobre la capa que nos protege de las radiaciones exteriores. Ese escudo desvía buena parte de esas emisiones hacia los polos. Pero si la cantidad es muy grande, puede rebasar las latitudes más extremas y llegan a lugares como España.
Eso ocurrió en mayo de 2024, tras una tormenta geomagnética extrema (G5) en el Sol. Y es lo que ha sucedido en el arranque de 2025, con otra G4 el día 3. Los cielos de España han tenido una nueva ración de auroras en sitios tan alejados del polo como Ávila o Almería.
#Auroraboreal en este 1 de enero de 2025 en #Ávila 😍
— Las Ventanas del Cielo (@VentanasDelCiel) January 1, 2025
Y cuando parecía Imposible, el cielo lo volvió hacer una vez más … ✨💫#AuroraBorealis #northenlights @CyLEsVida pic.twitter.com/OG2gObODzC
- La parte científica. ¿Qué es una tormenta geomagnética? “Son perturbaciones del campo magnético durante horas o días“, explican desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN). “Se producen por un aumento brusco de las partículas emitidas”. Comienzan simultáneamente en todos los puntos de la Tierra. Sin embargo, se observan notablemente en las latitudes más cercanas a los polos.
- La parte práctica. ¿Cómo nos afecta? Una tormenta geomagnética G5 puede alterar los sistemas de navegación, como el GPS. Puede dar fallos de control de voltaje; problemas en radios de baja y alta frecuencia; problemas de orientación y manejo en naves espaciales o la Estación Espacial Internacional (EEI). Los satélites entran en modo seguro en estas circunstancias.
- La parte peligrosa. ¿Radiación? Se distingue entre tormentas geomagnéticas y de radiación solar, con diferentes riesgos. Quien viaje en avión por latitudes altas se enfrenta a más de la habitual. Como ha explicado anteriormente a Newtral.es Antonio Eff-Darwich (ULL), en tierra, las tormentas solares suelen tener un efecto “insignificante” en la salud de las personas. Nunca a través de aparatos electrónicos.
Elisa Robert y Daniel Billett explican más detalles de la actividad solar y las auroras en sendos artículos de análisis en The Conversation. Y si quieres saber más de cómo tratamos de comprender a nuestra estrella para que no terminemos en un colapso solar, puedes escuchar este pódcast de Newtral.es con Ana Belén Griñón (Universidad de Estocolmo, Suecia).
Fuentes