Más de una treintena de científicos internacionales han reclamado que se pongan en suspenso proyectos o intenciones de crear bacterias espejo. En una carta en Science advierten de los riesgos de jugar con futuras vidas sintéticas; como si del mundo del revés de Stranger Things se tratase, formas vivas como las de nuestro mundo, pero dadas la vuelta a nivel molecular.
• Por comparación, tus manos. La derecha no se puede superponer sobre la izquierda arrojando la misma silueta. Así pasa con algunas moléculas que contienen al menos un átomo de carbono (imagínalo, metafóricamente, como el dedo pulgar de tu mano). De este modo, podemos tener dos moléculas atómicamente iguales, pero simétricas, distintas, no superponibles. Como si se vieran en el espejo. Y sus propiedades, entonces, cambian. Del mismo modo que aunque tengas dos manos, sólo seas capaz de escribir bien con una. Con microbios, por ejemplo, podría hacerse igual: fabricar bacterias atómicamente iguales pero espejo entre sí.
Así, casi todos los aminoácidos que forman las proteínas de la vida son zurdos (levógiros, técnicamente hablando). Y los azúcares, diestros (dextrógiros). ¿Por qué la vida ha decidido el camino izquierdo? No se sabe, una hipótesis es que los ingredientes para las formas orgánicas llegaron a lomos de meteoritos en la Tierra joven. Y esas moléculas extraterrestres serían mayoritariamente levógiras.
• Por qué es importante. Tener tus moléculas vitales en orden es clave para vivir y tener salud. Pero no menos para fabricar medicamentos. La tragedia de la Talidomida se debió a partidas del fármaco que salieron con sus moléculas giradas en el sentido contrario al que debían.
Fabricar vida artificial o sintetizar vida es algo que aún no es posible, pese a que hay avances a nivel molecular importantes. Un camino de investigación es el de crear bacterias sintéticas. Y, en concreto, experimentar con bacterias espejo. Es decir, con sus ingredientes dados la vuelta.
Según los autores de la carta en Science, “aunque al principio éramos escépticos ante la posibilidad de que bacterias espejo pudieran suponer riesgos importantes, ahora estamos profundamente preocupados”. En particular, si se sintetizan estas formas de vida alternativas, no está claro que pudieran volverse superresistentes.
Explica el profesor Víctor de Lorenzo (CNB-CSIC) que estamos lejos de construir una célula viva funcional desde cero, “a no menos de 10 o 20 años”. Él trabaja en hipotéticas bacterias sintéticas que pudieran degradar contaminantes. Quién sabe si las bacterias espejo podrían ser útiles y baratas en la lucha medioambiental.
“En cualquier caso, dado que es un paso hacia lo desconocido, debemos abordarlo con cautela, aprendiendo de los errores del pasado en la comunicación de innovaciones al público”, admite en el SMC de España.
En 1969, Jon Beckwith anunció el primer aislamiento de un gen a partir de ADN, mientras advertía a la sociedad sobre los peligros potenciales de manipular el material genético, explica el doctor. Hoy es algo cotidiano, en lo que se basan decenas de terapias que salvan vidas o mejoran productos de consumo.