La fiebre inmobiliaria española estuvo muy ligada al auge del turismo y la construcción en el sector privado, mientras que, en el sector público, se impulsaron proyectos urbanísticos y grandes infraestructuras que facilitaran el desarrollo de estos sectores económicos.
Fue también el periodo en el que se reformaron y ampliaron numerosos aeropuertos y se construyeron otros nuevos, algunos de los cuales terminaron siendo símbolos del despilfarro de dinero público, como Albacete, Burgos, Castellón, Huesca, Lleida y Logroño.
Aena, la empresa semipública dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, gestiona 46 aeropuertos y dos helipuertos en territorio nacional, según su página web, mientras que existen cuatro que son de gestión autonómica (Castellón, Lleida-Alguaire, Andorra-La Seu y Teruel) y uno de titularidad y gestión privada (Ciudad Real).
En Newtral.es hemos analizado los datos de los 20 aeropuertos de la red de Aena con menor afluencia de pasajeros y vuelos; hemos comprobado la falta de transparencia del gestor aeroportuario a la hora de presentar sus cuentas anuales desglosadas por aeropuertos; hemos examinado el despilfarro económico que supone para los presupuestos autonómicos la existencia de aeropuertos como el de Castellón, Lleida-Alguaire y Andorra-La Seu y nos hemos fijado en dos casos singulares pero opuestos: Teruel, un aeropuerto sin pasajeros que resulta rentable, y Ciudad Real, un aeródromo privado cuya empresa tiene una deuda de más de 6 millones de euros con la Agencia Tributaria.
Los aeropuertos con menos pasajeros. Los aeropuertos de la red de Aena con menor tráfico de visitantes son los de Huesca, Albacete, Córdoba y Burgos. Todos ellos tienen menos de 100.000 pasajeros anuales, una cifra que, según los expertos consultados, supone que no tienen rentabilidad económica ni social.
Los aeropuertos con menos vuelos. El Aeropuerto de Albacete, que tuvo menos de dos vuelos al día en 2023, es el aeródromo de la red de Aena con menor tráfico aéreo, seguido de Huesca -el que tiene menos pasajeros- y Logroño. Aena, sin embargo, no desglosa en sus cuentas anuales los datos económicos de cada aeropuerto que permitan analizar su viabilidad. Argumentan que los aeropuertos más lucrativos compensan a los que tienen mayores pérdidas.
Falta de transparencia de Aena en el desglose de sus cuentas anuales. El gestor aeroportuario no desglosa las cuentas anuales por cada uno de ellos que permitiría conocer si generan beneficios o pérdidas. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible -del que depende Aena- señala a Newtral.es que esta información es confidencial, pese a que la justicia ya dio la razón anteriormente a quienes reclaman mayor transparencia a Aena para facilitar determinada información desglosada por aeropuertos.
Los aeropuertos de gestión autonómica o privada. Son cinco los aeropuertos españoles que no están gestionados por Aena: Castellón, Lleida-Alguaire, Andorra-La Seu, Teruel y Ciudad Real.
El Aeropuerto «fantasma» de Castellón, símbolo de la burbuja especulativa. Se empezó a construir en 2004, bajo la presidencia autonómica de Francisco Camps (PP), aunque es identificado como una apuesta personal de Carlos Fabra (PP), entonces presidente de la Diputación de Castellón. Costó 158 millones de euros y acumula pérdidas de 151 millones desde 2005.
Los aeropuertos «fantasma» de Lleida y La Seu tampoco son rentables. Los aeródromos catalanes que dependen de la Generalitat suman más de 18 millones de euros en pérdidas entre 2014 y 2023.
El Aeropuerto «fantasma« de Teruel, el único rentable. De los aeródromos que no gestiona Aena, el de Teruel es el único que da beneficios, pese a que apenas realiza vuelos comerciales.
El Aeropuerto «fantasma» de Ciudad Real: privado y con deudas. Es el único aeródromo del territorio nacional que es de titularidad privada. Estuvo en el foco de la actualidad, después de que el Gobierno se planteara instalar en él un centro de menores no acompañados. Ciudad Real International Airport S.L., la empresa propietaria, tiene una deuda de 6,2 millones con Hacienda.
