La semana pasada se inició, oficialmente, la campaña para las elecciones generales del próximo día 20. Digo oficialmente pues los cuatro principales partidos llevan ya tiempo de campaña. Faltaba por conocerse el programa del partido que todas las encuestas encumbran como el más votado, el PP, aun cuando en cuatro años se deja una amplia mayoría absoluta y todo parece indicar que deberá llegar a una entente con alguno de los rivales, donde el partido de Rivera parece estar situado en el mejor puesto. Como recientemente comenté el resto de programas, en esta ocasión me centraré en el de los populares. El título es: Consolidar la economía para crear empleo y bienestar. Es apropiado, pues España es de los países que más ha sufrido en esta crisis, la cual ha devastado y empobrecido a la clase media. Un mercado laboral disfuncional, ocasionado por la dicotomía entre el tipo de contratación: temporal o indefinido; así como una estructura económica que ocasiona temporalidad, peso escaso de la actividad industrial frente a hostelería o construcción, son a mi juicio los principales factores que llevan a temporalidad o precariedad. Pues bien medidas para atajar y doblegar esta situación no se encuentran. No hay ni una sola mención a la reducción drástica de la multitud de contratos laborales; mucho menos a la creación de un contrato único que evite la dicotomía. Además el PP parece abandonar la promesa que hizo de cambiar la estructura productiva del país potenciando el sector industrial. Para ello sería necesario una apuesta por la educación de alta calidad centrada en una formación profesional muy cualificada; por supuesto de esquema dual, con la participación de las empresas mediante contratos de aprendizaje. Ahí el programa popular hace aguas o, mejor, no dice nada; sin embargo esta transformación es totalmente necesaria si queremos tener un mercado laboral más estable y no atacado de una enorme temporalidad, además de que los salarios sean mucho más altos que los actuales.