El canal de YouTube de Tenet Media, una agencia de comunicación acusada de pagar a influencers estadounidenses por difundir propaganda a favor del Kremlin, ha sido cerrado por la filial de Google, tal y como ha avanzado Reuters. Esta agencia simulaba ser nacional y estaba registrada en Tennessee, pero una investigación de la Fiscalía la acusa de estar controlada por dos empleados del canal estatal ruso RT con identidades falsas.
Según las autoridades de Estados Unidos, esta agencia pagaba a creadores de contenido con una tendencia ultraconservadora para que grabaran vídeos con narrativas favorables al gobierno de Rusia. Estos vídeos eran difundidos en los canales de esta agencia, que solo en YouTube acumulaba 316.000 suscriptores.
En versiones archivadas del canal de YouTube —ahora borrado por la red social— se puede observar que buena parte de sus contenidos abordaban cuestiones como la inmigración, los derechos de las personas trans o la rivalidad entre Kamala Harris y Donald Trump de cara a las elecciones de noviembre, la mayoría con un enfoque ultraconservador.
Según la Fiscalía, los vídeos reflejan “el interés del Gobierno de Rusia por amplificar las divisiones internas de Estados Unidos”. El director del FBI, Christopher A. Wray, ha declarado que “los intentos encubiertos de sembrar división y engañar a los estadounidenses para que consuman propaganda extranjera sin saberlo constituyen ataques contra nuestra democracia”.
Además de amplificar las divisiones internas de Estados Unidos, los influencers contratados por esta supuesta agencia encubierta de Rusia debían crear contenido alineado con las narrativas del Kremlin. Por ejemplo, tras el atentado terrorista en el Crocus City Hall de Moscú —donde fueron asesinadas más de 130 personas—, la agencia recibió instrucciones para relacionar a los terroristas con Ucrania y Estados Unidos, en lugar de con el Estado Islámico, que reivindicó el ataque.
El dinero de Moscú. La conexión entre los influencers estadounidenses, la agencia registrada en Tennessee y Rusia se encuentra en el dinero. El fiscal federal que ha presentado la acusación, Damian Williams, sostiene que la propia cadena estatal rusa RT habría pagado 9,7 millones de dólares a la agencia Tenet Media. Esto se habría hecho con la participación de dos empleados, Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva, quienes habrían utilizado “identidades falsas” y “empresas fantasma” para canalizar los pagos. En concreto, la acusación menciona transferencias desde sociedades en países extranjeros como Turquía, Emiratos Árabes, Islas Mauricio o República Checa.
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En los últimos días han crecido las acusaciones de Estados Unidos contra el Kremlin por supuestos intentos de interferir en sus elecciones. Otra investigación del FBI acusa a Rusia de difundir contenido generado por IA, promover anuncios pagados en redes sociales y usar bots para dirigir tráfico a webs falsas que simulan ser medios de comunicación, pero que en realidad son páginas con propaganda prorrusa asociada a la red Doppelganger.