Hacía doce años que la natación artística -entonces sincronizada- no subía al podio de unos Juegos Olímpicos. El bronce de España en París 2024 cierra un ciclo de reconstrucción desde que Anna Tarrés fuera despedida tras la denuncia de quince nadadoras por tratos vejatorios durante los entrenamientos. Precisamente la técnica catalana subía a lo más alto del podio con China, desde donde veía en el segundo escalón a una de sus discípulas, Andrea Fuentes, como entrenadora de Estados Unidos.
“Es la mejor entrenadora”, decía Andrea Fuentes a cámara mientras se fundía en un abrazo con Anna Tarrés tras conocerse los resultados. Entrenadora y nadadora ganaron juntas cuatro medallas olímpicas entre Pekín 2008 y Londres 2012. El despido de la primera provocó un cambio de ciclo en la natación artística española y una diáspora de talento que se ha reencontrado en París 2024.
La ausencia de la gran dominadora de la piscina abrió las opciones de subirse al podio. El veto del COI a Rusia por la guerra en Ucrania alimentó las opciones de una China que siempre aspiró al oro. A la disciplina y rigidez de sus ejercicios se sumó la emotividad y creatividad de una Anna Tarrés que asumió el reto después de asesorar a diferentes países de tres continentes. En el Centro Acuático de Saint Denis, dejó atrás la hegemonía rusa de las dos últimas décadas.
“La excelencia, las horas de entreno, la búsqueda de la perfección y mucha disciplina hacen la magia«, decía Anna Tarrés en los micrófonos de TVE, donde la seleccionadora española entre 1997 y 2012 también felicitaba a España por su regreso al podio.
Puntuación del podio de la natación artística:
Junto a Tarrés subió al podio Andrea Fuentes, ganadora de tres platas y un bronce en Pekín 2008 y Londres 2012. Junto a su compañera Alba Cabello y su pareja, el exgimnasta olímpico Víctor Cano, han dado a Estados Unidos una nueva vida en una disciplina donde no veían resultados. “Hemos creado un sistema basado en la inspiración. Dicen que un buen entrenador hace un buen deportista pero el gran entrenador cambia una vida. Y yo quería eso”, decía en zona mixta tras conseguir la plata.
En el Centro Acuático, Tarrés se reencontró con gran parte de su pasado. Al frente de la selección española, su ayudante años atrás, la japonesa Mayu Fujiki. Desde la retirada de la última gran figura de la sincronizada Ona Carbonell, tuvo el gran reto de reconstruir la natación artística española, con la dificultad añadida de la nueva rutina acrobática. “Nunca pusimos Tokio 2020 como objetivo, siempre pensamos en ocho años, con una nueva generación”, decía la japonesa en TVE.
En el podio, la asesora de China se dirigió a la seleccionadora de España. “Me dio las gracias porque era muy importante para que las chicas empiecen a nadar en nuestros clubes. Yo le dije que una parte era suya porque aprendí de ella”, dijo Fujiki.
El talento español de la natación artística no se reduce al podio. Junto a las grandes triunfadoras de la noche en la piscina también están Esther Jaumà con Países Bajos o Beth Fernández -habitual mano derecha de Tarrés- con el dúo de Israel. Así como Alba Cabello como ayudante de Fuentes o la barcelonesa Paula Klamburg al frente de Australia.
Así lo manifestó también la propia Tarrés, quien destacó la importancia del método instaurado durante su etapa como seleccionadora de España. “Sacando el carácter latino y la explosividad hace que seamos capaces de crear cosas distintas. Este sello se está exportando y es el que ha dado la medalla a España”.
Comité Olímpico Internacional
TVE
París 2024