La fiebre de Crimea-Congo se extiende en espacio y tiempo en España, lentamente. Desde que en 2010 se detectase su circulación en garrapatas de Extremadura, se han producido 14 contagios en personas en nuestro país. El último, en la provincia de Toledo. Un hombre de 74 años permanece ingresado tras dar positivo en fiebre de Crimea-Congo como consecuencia de una picadura de una garrapata en una finca de Buenasbodas. Es el primer caso en Castilla-La Mancha.
Las garrapatas portadoras no vienen a lomos de otras personas. Están presenten en la vida salvaje. Crimea-Congo es ya una enfermedad emergente en España asentada en zonas de Castilla y León, Extremadura y la Sierra de Madrid. También es común en zonas boscosas de los Balcanes, África central, Medio Oriente y Asia central meridional.
“Creemos que irá en aumento”, explicaba el pasado junio Lucía García San Miguel, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), en una jornada del Plan Nacional de Enfermedades Transmitidas por Vectores. La doctora cree que es posible que en otras zonas haya infradetección.
“En verano es cuando esperamos casi todas las enfermedades por vectores, porque es cuando están más activos”, dice García San Miguel. Las garrapatas son más activas de abril a septiembre. Como se explica en el SMC de España, En algunas zonas las picaduras por garrapata han aumentado. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, se multiplicaron por seis en el último lustro. Y parece estar extendiéndose por el noroeste español.
El cambio climático puede haber desempeñado un papel, ya que la temporada de estos ácaros se ha extendido debido a las temperaturas, y ya aparecen un mes antes de lo que era habitual, como ponen de manifiesto estudios como este de 2018. Los cambios de patrones de migración de aves tienen que ver también.
En España, de momento se encuentran sobre todo en zonas rurales. “En ciudades es extraño y en principio no hay riesgos importantes, pero esporádicamente puede haber algún caso si la trae puesta algún animal o excursionista”, aclaraba en esta misma jornada el coordinador del CCAES Fernando Simón. Los perros, por regla general, no son portadores de garrapatas peligrosas para humanos. El cambio climático está haciendo que algunas garrapatas prefieran a los humanos antes que a los canes.
Informe epidemiológico Fiebre Crimea-Congo ISCIII (hasta 2023)
Plan Nacional de prevención, Vigilancia y control de Enfermedades Transmitidas por Vectores
Datos del caso de Toledo de 2024, Junta de Castilla-La Mancha
Lucía García San Miguel y Fernando Simón (CCAES)