“No puedo estar más feliz”, dice Paloma del Río nada más iniciar una conversación sobre activismo, igualdad, derechos LGTBI y Juegos Olímpicos. Acaba de recibir el Premio Nacional de Televisión 2024 por su relevancia en el periodismo deportivo. Lo obtiene a las puertas de los primeros Juegos Olímpicos que verá desde casa en cuarenta años, con la misma pasión, pero con pausa. “Estar jubilada me da tiempo para decidir qué hago y cuándo, como hervir judías a mediodía y no la noche anterior”, dice bromeando mientras se levanta a apartarlas del fuego. “Las causas en las que creo, la militancia por la igualdad, no se pierde”, recalca en Newtral.es.
Paloma del Río Cañadas (Madrid, 1960) reafirma las batallas que ha librado a lo largo de casi cuatro décadas. Desde que dejara su puesto de auxiliar de clínica y comenzara a trabajar en RTVE, vivió en primera persona la necesidad de hacerse hueco en un mundo “masculino, masculinizado y consumido por hombres”. Deportes minoritarios, derechos de las personas LGTBI+ e igualdad han sido sus grandes causas, especialmente cuando comenzó a tener mayor voz.
Paloma del Río comenzó en una televisión donde las primeras mujeres tiraban las puertas de una redacciones de deportes. Mari Carmen Izquierdo, María Escario, María Antonia Martínez o Elena Sánchez, las más visibles, mostraron su ambición por romper la barrera. “Estábamos convencidas de que lo que queríamos hacer era por convicción y vocación. Yo no tiré la toalla pese a la sensación de intrusa que mis compañeros masculinos me hicieron sentir”, recuerda. Una vz retirada, insiste en ese trabajo: “La militancia no se pierde, no va a cambiar una vez jubilada”.
Con un colgante de los aros olímpicos colgado al cuello, Paloma del Río presume de un evento que le ha permitido recorrer el mundo. En nueve Juegos Olímpicos de verano, la periodista marca un punto de inflexión: Barcelona 92. “Es el primer paso de gigante que se da el deporte femenino en España”.
S pelea particular coincidió con el propio de las deportistas. La figura de Juan Antonio Samaranch desde el Comité Olímpico Internacional fue fundamental. “Modernizó los Juegos Olímpicos y concienció a las federaciones de esa necesidad de igualdad”, recuerda, en un trabajo paralelo a la visibilidad en RTVE. “Les decía que tenían un hijo y una hija pero solo cuidaban al hijo”.
Elegida Directora de Contenidos de RTVE , insistió en dar mayor visibilidad a las mujeres en la televisión pública. “No cuantificaban el deporte femenino en Teledeporte. Empezamos esa labor pedagógica con las federaciones y en dos años y medio lo aumentamos un 82%. Aún así, era insuficiente”.
En sus primeros Juegos Olímpicos, Paloma del Río recuerda un impacto diferente. En un entorno de “celofán”, la periodista explica cómo eran invadidos por el contexto político. “Se utilizaba como arma para ganar a potencias occidentales”, recuerda. Con el paso de los años, el activismo se ha abierto paso en otras líneas. En Tokio 2020, Simone Biles renunció a competir para cuidar su salud mental. “Fue un zapatazo sobre la mesa. Después vinieron otros deportistas a normalizar que son humanos y tienen sus tormentas”.
La periodista insiste en la importancia de este evento para conectar el deporte con la sociedad. “Esfuerzo, entrenamiento, tesón, disciplina, resistencia, generosidad, igualdad, compasión. La idea de que el mundo tiene problemas y no pasa nada por demostrarlos. Es más fácil vivir si demuestras que eres un ser humano y que tienes debilidades. El deporte ayuda a la sociedad a hablar con más fluidez”.
Diferentes deportes, país, raza, religión y orientación sexual se unen en la Villa Olímpica de París 2024 trasladando ese mensaje a la sociedad. “Cuando los deportistas te hablan de los Juegos Olímpicos, destacan esa mezcla”, dice Paloma del Río. “Son juegos de hermandad donde nos olvidamos del color de piel”.