El Gobierno ha aprobado una revaloración salarial del 2% en la nómina de este año de los empleados públicos, que se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero. Además, se podría sumar un 0,5% en función de la evolución de la inflación. Esta medida forma parte del acuerdo firmado en 2022 por el Gobierno con UGT y CCOO para actualizar las retribuciones en la Administración Pública de acuerdo con la escalada generalizada de los precios con el objetivo de combatir la pérdida de poder adquisitivo.
El conjunto de los empleados públicos encadena siete años consecutivos de aumento salarial desde 2018, según los datos aportados a Newtral.es por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, mientras que el Índice de Precios de Consumo (IPC) lleva tres años seguidos en aumento, con las cifras más altas desde 2009.
En 2010, durante la crisis económica, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero bajó en un 5% el salario de los trabajadores públicos como medida extraordinaria para reducir el déficit público. Sin embargo, las cifras ofrecidas por el ministerio que dirige José Luis Escrivá a este medio reflejan un descenso del 2,6%.
“El decrecimiento puede ser menor del 5% porque puede haber variado el número de empleados públicos”, explica María Jesús Fernández, economista sénior del centro de análisis Funcas. “Como los sueldos de los que se van no tienen por qué ser iguales que los sueldos de los que llegan, al final el sueldo medio de 2010 podría subir o bajar en comparación con el de 2009, de modo que la bajada de las remuneraciones salariales no tendría que ser del 5%”, añade.
En 2012 se produjo la mayor reducción salarial: un 6,59%. Desde UGT señalan que se debió a la deducción de la paga extraordinaria de diciembre de 2012 decretada por el Gobierno de Mariano Rajoy en un paquete de medidas para “garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad”.
Un año después, en 2013, hubo un incremento con la misma cifra del año anterior (6,59%). “Puede haber crecido fundamentalmente por la devolución de la paga”, señala Fernández. El monto restante de la cantidad a devolver se acabó de ingresar en 2015 y 2016, como recoge Moncloa.
El último porcentaje negativo (-2,30%) de la serie de datos del ministerio se dio en 2017, pero no correspondió a ninguna decisión estatal –de hecho, ese año el Gobierno decidió aumentar el salario en un 1%, según el BOE–.
Para la economista de Funcas, esta bajada se debió a que, como en 2016 se devolvió una segunda parte de la paga extraordinaria, el salario de ese año fue mayor del que correspondía y, al compararlo con el de 2017, cuando “las remuneraciones vuelven a su nivel normal, sin devoluciones de ningún tipo y a pesar de la subida del 1%”, el resultado final arrojó un descenso. “Si comparas un sueldo incrementado con una paga extraordinaria con el sueldo sin paga extra, el segundo es más bajo que el primero”, concluye.
Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública
UGT
María Jesús Fernández, economista senior del centro de análisis Funcas