Ahora sí. Tras cuatro años de pasar el rodillo por la educación e imponer todas sus políticas al resto de partidos y la comunidad educativa, el PP está abierto al diálogo y a alcanzar acuerdos. Lo dice en la parte dedicada a la educación de su programa electoral, que se acaba de conocer. Un programa que da la sensación de ignorar todo lo que ha hecho durante la legislatura y ofrece, en muchos campos, justo lo contrario. Y lo hace sin gran precisión. Las 11 páginas del texto están llenas de términos ambiguos como "fortaleceremos", "impulsaremos" o "desarrollaremos".
A lo largo de 59 propuestas, los populares proponen un pacto educativo tras haber impuesto su ley contra la oposición abierta de partidos y organizaciones educativas, alaban la figura del docente y hablan de reconocimiento y mejorar sus condiciones laborales después de haberlas empeorado (salarios, ratios) y se comprometen con la educación inclusiva y la atención a la diversidad pese a haber prácticamente eliminado las partidas presupuestarias destinadas a ese fin, entre otras medidas.
En otras cuestiones el partido de Mariano Rajoy sí se mantiene fiel a los principios que le han guiado durante estos cuatro años. El programa mantiene su defensa de la libertad en la elección de centro para las familias y el apoyo a la escuela concertada y la religión, la apuesta por la FP como solución a todos los males del fracaso escolar, por las evaluaciones de alumnos y profesores y por el impulso del libro blanco y el estatuto del docente que ordenen la profesión de una vez.
Entre sus medidas estrella, el PP promete crear un sistema de prácticas remuneradas de dos años con las que se formen los futuros docentes. Es una idea que está en el libro blanco que el ministro de Educación le ha encargado a José Antonio Marina. El programa no dedica ni una línea a la inversión educativa, que ha caído esta legislatura hasta aproximadamente el 4,6% del PIB, cuando existe el consenso generalizado de que por debajo del 5% es insuficiente para tener un sistema de calidad. Los presupuestos del Ministerio de Educación son hoy un 12% inferiores al último que realizó el PSOE en 2011.
Es la primera medida del programa. "Convocaremos a todos los grupos políticos y a toda la comunidad educativa a la consecución de un pacto de estado por la educación. La sociedad nos pide que seamos capaces de llegar a acuerdos", se lee. Lo tienen difícil los populares. Durante cuatro años han hecho justo lo contrario. Ignorar las protestas de partidos y organizaciones (sindicales, estudiantiles, de familias) le ha costado tres huelgas generales educativas. La LOMCE se aprobó en el Congreso con el voto en contra de toda la oposición. Lo más parecido a un apoyo fueron las abstenciones del Foro Asturias y UPN. En toda la legislatura el Ministerio ha cedido en una cosa y media: retiró el decreto que regulaba las especialidades docentes visto el rechazo que generó (planteaba que los profesores de Filosofía enseñaran iniciación a la emprendeduría) y ha puesto en espera, que no retirado, las evaluaciones (reválidas) de 4º de la ESO.
Los docentes tienen todo un apartado del programa dedicado a ellos. El PP afirma que son "el pilar fundamental" y que hay que "apoyar a los docentes y reconocer su trabajo, esfuerzo y dedicación". Eso después de haber empeorado sus condiciones laborales durante cuatro años en forma de bajada de sueldo, aumento de las ratios en clase y un aumento de la interinidad. Para ello el partido se centra en la carrera profesional, que promete desarrollar, junto al libro blanco que encargó al filósofo José Antonio Marina, del que no se recogen ideas sino que sólo se menciona. El programa también habla de "impulsar el reciclaje pedagógico de los docentes" para su formación con las TIC y los idiomas, pero no menciona que en estos años se ha prácticamente desmantelado la red de centros de formación del profesorado.
Las becas también tienen su pequeño apartado. El programa popular apuesta por "seguir aumentando los recursos para becas y ayudas al estudio (...) con el aval que supone (...) que los fondos destinados a este fin han alcanzado cifras récord", una afirmación que es cierta y pero no cuenta toda la verdad. Con este Gobierno las partidas de becas presupuestadas (por año natural) han sido las mayores de la historia, sí. Pero no el gasto por curso, que comprende dos años naturales, y la propia estadística del ministerio confirma que ha sido mayor otros cursos.
El Gobierno mantiene su apuesta por la FP como el "trampolín hacia el empleo". También como herramienta para luchar contra el abandono escolar, que el PP recuerda ha bajado esta legislatura en seis puntos, hecho que atribuye a sus políticas. Aunque también lo hacía incluso antes de implementar sus políticas. Este Ministerio siempre ha apostado por fortalecer e impulsar esta modalidad educativa, y la apuesta se mantiene para la próxima legislatura. En concreto, la estrella es la FP dual, en la que los estudiantes hacen prácticas en empresas prácticamente desde el primer día. Aunque de momento no ha arrancado todo lo bien que le gustaría a Educación, el PP promete "incrementar sensiblemente el número de alumnos, centros y empresas implicados".
El programa también dedica un apartado entero a "la libertad", en el que los populares defienden que los padres "puedan ejercer eficazmente su derecho a elegir el tipo de educación y el centro donde escolarizar a sus hijos", y el derecho de las familias a hacerlo "conforme a sus propias convicciones religiosas y morales". En román paladino, el partido continuará apoyando el sistema de conciertos educativos, afirma. En esto sí es coherente el PP: lo viene haciendo desde que se recuerda.
Además de estas medidas, el Gobierno pretende "impulsar la introducción de nuevos contenidos curriculares tecnológicos, como la robótica o la programación informática" o los contenidos sobre "valores europeos", realizar un "plan de conectividad de centros dotados de 330 millones de euros" (es prácticamente la única partida detallada en todo el programa), crear un mapa de titulaciones y su empleabilidad para orientar a los estudiantes en la elección de la carrera universitaria o fomentar el estudio de idiomas doblando el número de auxiliares de conversación o impulsando que "un mínimo de la emisión de contenidos dirigidos a la población infantil y juvenil se produzca en versión original en la televisión".