Pablo Iglesias vive su primera bronca en el Congreso de los Diputados sin haber concurrido siquiera a las elecciones. El secretario general de Podemos ha pisado este jueves por primera vez desde que entró en política el hemiciclo y nada más hacerlo ha tenido un encontronazo dialéctico con la 'popular' Celia Villalobos, quien esta legislatura ha ejercido como vicepresidenta de la institución. Después ha visto cumplido su deseo de probar el escaño azul que ocuparía si llegara a La Moncloa.
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Iglesias se ha acercado al Palacio de la Carrera de San Jerónimo para ser entrevistado por Radio Nacional (RNE), que emite su matinal desde el Salón de Plenos, con motivo de la Jornada de Puertas Abiertas en la Cámara Baja.
El líder del partido morado ha esperado unos minutos delante de la tribuna de oradores a que llegara la hora de su entrevista para poder sentarse en la mesa que se ha instalado en el centro del hemiciclo, donde intervenía Villalobos para el mismo programa.
El presentador el espacio radiofónico, Alfredo Jiménez, les ha presentado, y nada más saludarse, se han enzarzado en un rifirrafe que ha durado varios minutos, centrado especialmente en el tema de la corrupción.
"Me jode que digas que mi partido es corrupto", ha comenzado Villalobos. "Mi partido ha tenido y tiene poder en muchos sitios y nosotros somos un fiel reflejo de esta sociedad", le ha espetado.
"Este partido político tiene cientos de cargos, la mayoría somos personas muy honestas. Yo he sido alcaldesa, yo he sido ministra y me ofendes cuando dices que mi partido está lleno de corrupción", ha continuado.
Lejos de dejar ahí el debate, la vicepresidenta del Congreso ha proseguido con la defensa del PP ante la atenta mirada de los informadores que se encontraban en la Cámara Baja. "En mi partido, por desgracia, hemos tenido casos importantes de corrupción y a quienes más nos jode es a nosotros. Por lo tanto, yo lo único que te pido es que tengas cuidado. Porque a lo mejor, en algún sitio, en algún momento, en algún pueblo donde gobierna alguien de los tuyos, sin que tú te enteres, sin que tú lo hayas apoyado, te encuentras con alguien que lo ha hecho. Y entonces yo no te acusaré a ti de corrupto, ni diré que tu partido es corrupto. Diré que tú tienes una persona corrupta", ha insistido.
Villalobos ha llegado a advertir a Iglesias sobre sus declaraciones ("Por favor, Pablo, ten cuidado con las palabras, que ofenden"), antes de señalar: "Si pretendes ser presidente del Gobierno, deja la demagogia ahí fuera, por favor". El líder de Podemos le ha respondido "de demagogia sabéis vosotros bastante", antes de dar por finalizada la conversación.
Ya sin Villalobos, Iglesias ha tratado de quitar hierro al cruce de reproches y ha asegurado que había sido "un placer". "Poder decir las cosas a la cara y a menos de 10 centímetros es algo saludable en democracia", ha añadido.
Después, sentado en la silla que había ocupado su 'contrincante' matutina, Iglesias ha sido entrevistado y ha confesado su deseo de sentarse "donde se sienta el presidente del Gobierno".
Por eso, acompañado siempre del periodista de RNE, tras la entrevista se ha desplazado hasta el escaño que en su momento ocuparon primero Felipe González y después José Luis Rodríguez Zapatero, situado a la izquierda del Salón de Plenos.
Curiosamente, el líder de Podemos se ha confundido inicialmente de escaño, ya que se ha dirigido al asiento que actualmente ocupa Mariano Rajoy, a la derecha de la Presidencia del Congreso, cuando como marca la tradición tendría que haberlo hecho a su izquierda, toda vez que su partido es de esta tendencia ideológica.
"Sería un honor estar sentado aquí con mis ministros y ministras. Será un Gobierno paritario en el que haya el mismo número de mujeres y hombres y podremos ayudar mucho a que nuestro país sea mejor y el Gobierno de nuestro país se parezca a España", ha proclamado.
Sin levantarse del escaño, el líder de Podemos ha añadido que aspira a ser un presidente del Gobierno accesible, con el que se pueda hablar, que dé la cara, que acuda a los debates y que dé ruedas de prensa.
Los primeros ciudadanos que han entrado al Congreso en esta edición de las Jornadas de Puertas Abiertas han coincidido con Iglesias. Durante su estancia en el hemiciclo, algunos le han aplaudido y le han dedicado gritos de "presidente, presidente", mientras que un grupo más reducido le ha espetado "fuera, fuera", una actitud prohibida a los visitantes.
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