El candidato de Unión por la Patria dio la sorpresa al quedar primero en las elecciones argentinas del pasado 22 de octubre con una ventaja de casi siete puntos sobre Javier Milei.
No ha publicado un Manual de Resistencia como Pedro Sánchez, pero Sergio Massa ha demostrado con su victoria en la primera vuelta de las elecciones generales en Argentina que, al igual que el presidente en funciones español, es todo un superviviente de la política. A pesar de ser el ministro de Economía de un país que tiene un 138,3% de inflación, las reservas del Banco Central bajo mínimos y una moneda en constante devaluación, el candidato del peronismo ha conseguido una victoria inesperada que lo deja en una posición competitiva para alcanzar la presidencia el 19 de noviembre.
Tras acabar su coalición en tercera posición en las primarias de agosto, Massa ha logrado este 22 de octubre una remontada que le ha llevado hasta el primer lugar con el 36,68% de los votos, según el escrutinio provisional. Su ventaja de casi siete puntos sobre el ultraliberal Javier Milei (29,98%), quien será su rival en la segunda vuelta dentro de un mes, no entraba en las previsiones de casi ninguna encuesta en las últimas semanas. Massa no solo ha frenado el avance de Milei, sino que también ha dejado fuera de carrera a la conservadora Patricia Bullrich, tercera con el 23,83% de los votos.
En dos meses, Massa ha conseguido pasar de los 5,2 millones de votos de las primarias (unos 6,7 millones si se suma a su rival interno dentro de la coalición Unión por la Patria) hasta los 9,6 millones de votos en las generales. Y todo ello en mitad de una tormenta económica y algunos escándalos de corrupción que han salpicado al peronismo en la Provincia de Buenos Aires en las últimas semanas.
Los analistas políticos se preguntaban este lunes en los medios argentinos cómo había sido posible la remontada y señalaban, entre otros factores, el miedo provocado por la figura de Milei en amplios sectores de la población.
“Si en las primarias Javier Milei supo aglutinar el ‘voto bronca’ contra la casta política, Sergio Massa supo capturar el ‘voto miedo’ para llevarse el triunfo”, analizaba este lunes el periódico Perfil sobre el resultado electoral. “Massa supo canalizar el voto miedo de una sociedad que veía con temor el discurso de Javier Milei, un cambio radical que genera adhesiones entre millones de argentinos, pero también pánico, por lo que supone un salto al vacío”.
Varios analistas apuntan también a lo que los medios han denominado como el “plan platita”, es decir, una serie de ayudas y beneficios anunciados por Massa en las últimas semanas para paliar los efectos de la inflación y la devaluación de la moneda y mejorar sus opciones electorales. Entre otros, la eliminación del impuesto a las ganancias para cerca de dos millones de trabajadores o el reintegro de la totalidad del IVA para la compra de alimentos con tarjeta de crédito hasta final de año.
“El ‘plan platita’ con aroma electoralista surtió efecto. Porque entre tanta inflación que se devoran los ingresos, Massa logró poner pesos en los castigados bolsillos de los argentinos”, señalaba el periodista Felipe Leibovich en Perfil. Por su parte, Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín, consideraba que “lo de Sergio Massa bien puede ser catalogado de milagro”, aunque apunta que “más milagro político sería que Massa, el optimista que se confirma a sí mismo, gane el balotaje”.
Desde el diario Página/12 destacaban que, a pesar de la crisis económica, Massa es visto por sectores de la población como una figura más “confiable que lo que se esperaba”. “La inmensa mayoría de los análisis circulantes en estas horas hablan de la victoria del miedo sobre la bronca (…) debería contemplarse, también, que lo percibido sobre la situación económica no es tan catastrófico. Y que la figura de Massa, o más genéricamente del oficialismo, es mucho más confiable que lo que se esperaba para ser quien conduzca los destinos de corto y mediano plazo”, analizaba el columnista Eduardo Aliverti.
Sergio Massa, de 51 años, es ministro de Economía de Argentina desde julio de 2022. Desde entonces, se ha convertido en el hombre fuerte del Gobierno, eclipsando incluso la figura del presidente Alberto Fernández, quien no ha optado por la reelección. Aunque no ha conseguido domar a la inflación, Massa ha logrado convertirse en el candidato de unidad de los distintos sectores del peronismo, contando con el apoyo también de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“La fortaleza de Massa es que tiene el respaldo del peronismo, lo que le asegura una base de votos estable, aunque en retroceso, y una garantía de capear el humor social en la calle. También una plasticidad para alcanzar acuerdos, ya que es un profesional de la política”, ha destacado Mariano Vidal, periodista de Clarín, en diálogo con Newtral.es.
El candidato achaca los problemas económicos a la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el Gobierno de Macri (2015-2019), así como a los efectos de la pandemia y la guerra en Ucrania, aunque también ha reconocido errores en la actual gestión de Alberto Fernández (2019-2023) y ha prometido cambiar a varios de los ministros actuales en caso de llegar a la Casa Rosada. También ha anunciado un “gobierno de unidad nacional” si llega a la presidencia.
“Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional con los mejores y sin importar su fuerza política”, ha dicho Sergio Massa el domingo por la noche tras conocer los resultados. “El 19 de noviembre tenemos que definir si construimos un país que abrace a todos o un país del sálvese quien pueda. Voy a abrazar a cada argentino y a cada argentina, no importa cómo piense, no importa su religión, no importa su condición social”.
Abogado de profesión y considerado un político de centro dentro del peronismo, Massa es un político camaleónico que ha mostrado distintas posturas con el kirchnerismo en los últimos años. Mientras en 2018 afirmaba que Cristina Kirchner “debería estar presa”, ahora ha sellado un acuerdo con quien fuera dos veces presidenta de Argentina. Años atrás, entre 2008 y 2009, había sido jefe de Gabinete en la primera presidencia de Cristina Kircher.
A lo largo de su carrera política, Sergio Massa también se ha desempeñado como Administrador Nacional de la Seguridad Social entre 2002 y 2007, y como alcalde del municipio de Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Además, fue presidente de la Cámara de Diputados entre 2019 y 2022. Ahora, aspira a conseguir uno de los pocos cargos que le faltan en su ambiciosa carrera: la presidencia.
Artículo de Newtral.es con los perfiles de los candidatos presidenciales
Artículo de Chequeado sobre los cinco candidatos presidenciales en Argentina
Declaraciones del periodista Mariano Vidal a Newtral.es
Análisis del diario Clarín sobre el triunfo de Massa
Análisis en el diario Página/12 sobre el resultado electoral
