El 36% de los ocupados en España está sobrecualificado para su puesto de trabajo

España es el país de la Unión Europea con una mayor tasa de sobrecualificación universitaria, pero los universitarios no son los únicos afectados.

Escoges un grado que te gusta y cuando te gradúas el mercado laboral no está preparado para acoger tu nivel de estudios, así que decides trabajar en algo relacionado… Pero para lo que estás demasiado preparado. Así es como funciona la sobrecualificación, también en España, y lo que refleja el último informe trimestral de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre el mercado de trabajo. España es el país de la Unión Europea que tiene ocupados más sobrecualificados con una tasa del 35,9%, como también recoge Eurostat.

Pero este problema de la sobrecualificación en España no es actual. A pesar de haber tenido fluctuaciones a lo largo de los años este fenómeno siempre ha estado por encima del 32% de los ocupados. Para los expertos consultados por Newtral.es esto se debe a un “desajuste entre el mercado de trabajo y las ofertas de estudios universitarios”.

La tasa de sobrecualificación de España siempre ha estado por encima del 32%

Alonso Gutiérrez, responsable de Política Educativa a nivel estatal de Comisiones Obreras (CCOO), asegura que el problema de la sobrecualificación en España se debe a “un desajuste entre el mercado laboral y la gran oferta de grados universitarios que hay”. “Esto termina revolviéndose en que si una persona quiere construir un proyecto de vida pero no encuentra una salida laboral en su sector y con un puesto de trabajo que se ajuste a lo que ha estudiado, acabará trabajando donde pueda”, explica.

Gutiérrez pone un ejemplo sobre cómo puede funcionar la sobrecualificación en España: “Si nos fijamos en Castilla y León, por elegir una comunidad autónoma, en la mayoría de sus universidades se oferta el grado de Historia. Se podría decir que el 80% de los estudiantes cuando terminen la carrera querrán ir al sector educativo. Si se compara esa afluencia de personas, de solo una comunidad, con el número de plazas que se convocan en las oposiciones, no pueden asumir la oferta”. El responsable de Política Educativa a nivel estatal de CCOO asegura que “hay una falta de adecuación de la oferta”.

La formación profesional podría ser una solución a la sobrecualificación en España

La sobrecualificación que sufre España afecta mayoritariamente a personas que se gradúan de la universidad, pero también puede hacerlo a aquellas que lo hacen en la formación profesional. De hecho, tal y como refleja el informe de Fedea, la sobrecualificación es transversal a todos los niveles de estudios. 

“La proporción de titulados universitarios ocupados en los grupos de directores, técnicos y profesionales científicos e intelectuales apenas superó el 63% en 2022, y la de graduados en formación profesional superior trabajando en ocupaciones intermedias no alcanzó el 78%. Asimismo, una cuarta parte de quienes tan solo cuentan con enseñanza secundaria superior (formación profesional de segunda etapa y bachillerato) trabaja en ocupaciones que requieren menor cualificación”, asegura el estudio.

Aun así, el hecho de que aquellos con estudios en formación profesional encuentren un trabajo que se ajuste mejor a su cualificación no es casualidad. Cynthia Martínez-Garrido, profesora de Métodos de Investigación en la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que “los grados universitarios son cuatro años, más otro de máster, frente a los dos años que suele ser una formación profesional”. Explica que “los alumnos que estudian en la formación profesional entran antes al mercado laboral, por lo que pueden independizarse antes, empezar un proyecto de vida antes…”. 

Además, para Martínez-Garrido, “en la última década ha habido un gran impulso a la formación profesional en España, aunque todavía falta por cambiar la percepción social de que si no se estudia una carrera universitaria no se está logrando nada”. Esto, según la experta, podría ayudar a acabar paulatinamente con la sobrecualificación en España.