Todos los caminos conducen a Roma. O eso se dice. Pues bien, para llegar a la Moncloa se necesitan una serie de pasos previos: elecciones generales, rondas de contactos y sesión de investidura. Tras los pasados comicios del 23-J y el intento fallido de Alberto Núñez Feijóo para ser el próximo presidente del Gobierno, el rey Felipe VI afronta su décima ronda de consulta los días 2 y 3 de octubre. Se prevé que el monarca designe, en esta ocasión, a Pedro Sánchez como próximo candidato a la investidura.
De esta manera, la diferencia con su padre es notoria. El rey emérito Juan Carlos I llevó a cabo un total de 11 rondas de consulta en los casi 39 años en los que fue la máxima autoridad de España -desde 1975 hasta 2014-. Mientras tanto, el actual jefe del Estado ya ha despachado 10 de estos encuentros en nueve años -1,10 de media frente al 0,28 de su antecesor-.
Cuatro investiduras frustradas. De las 17 sesiones de investidura celebradas a día de hoy, cuatro de ellas no lograron la confianza del Congreso de los Diputados: la de Pedro Sánchez (PSOE) en marzo de 2016 y en julio de 2019, la de Mariano Rajoy (PP) en septiembre de 2016, y la de Alberto Núñez Feijóo en septiembre de 2023.
Cómo llega Sánchez a su posible investidura. En un principio, el presidente del Ejecutivo en funciones podría tener amarrado su camino hacia la Moncloa gracias al respaldo de 178 diputados: los del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG. No obstante, los de Gabriel Rufián y los de Míriam Nogueras están redoblando su presión al pedir tanto una amnistía como un referéndum.
Los distintos procesos hasta conformar un Ejecutivo se encuentran regulados. En el caso de las rondas de consulta, el artículo 99.1 de la Constitución española reserva al rey Felipe VI el papel de proponer a la Cámara Baja el nombre del candidato que aspira a ser elegido presidente del Gobierno.
(...) El Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.
Los monarcas Juan Carlos I y Felipe VI han nombrado a un total de ocho aspirantes a la máxima autoridad del Ejecutivo tras las rondas de consulta. Estos son: Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Con esto, el actual jefe del Estado ha realizado 10 citas de este tipo desde 2014, un dato que choca con las 11 que protagonizó su padre en sus casi 39 años de reinado.
Desde la aprobación de la Constitución española en 1978 hasta su abdicación en junio de 2014, el rey emérito atendió una ronda de consulta por legislatura, excepto en la I. En esta, Adolfo Suárez (UCD) dimitió como presidente del Gobierno el 29 de enero de 1981, por lo que el entonces monarca llevó a cabo su segundo encuentro con los representantes de los partidos políticos. De aquí, Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) fue designado para someterse a una investidura.
Juan Carlos I reinó en los tiempos en los que las elecciones generales brindaban mayorías holgadas para configurar un Ejecutivo a los pocos días. Sin embargo, el tablero político español dio un giro a partir de los comicios del 20 de diciembre de 2015, cuando llegó el fin del bipartidismo con la irrupción de Podemos y de Ciudadanos en la esfera parlamentaria. En consecuencia, el Congreso de los Diputados se fragmentó al dar más espacio a nuevas formaciones y las consultas con el rey dejaron de ser una por cita electoral.
Felipe VI fue proclamado rey de España en 2014, año en el que la política española cambió. Los años de bipartidismo PSOE-PP terminaron para dejar paso a las complejas sumas parlamentarias a la hora de llegar a acuerdos. Como ejemplo de esta nueva realidad se encuentra la primera ronda de consultas de Felipe VI. Tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015, el monarca designó en enero de 2016 a Mariano Rajoy como candidato a la investidura, pero el popular rechazó presentarse alegando que no contaba con los apoyos necesarios para superar este trámite parlamentario.
En consecuencia, el rey realizó un segundo encuentro con los partidos en febrero de 2016 y nombró a Pedro Sánchez como aspirante para albergar la Moncloa. Sin embargo, y pese a llegar a un acuerdo de Gobierno con Albert Rivera (Ciudadanos), el socialista no logró el respaldo suficiente del pleno de la Cámara Baja para ser investido debido a la negativa de Podemos. Ante esta tesitura, Felipe VI no señaló a ningún candidato en la tercera ronda de abril de ese mismo año.
La situación que dejó aquel abril desembocó en una repetición electoral, que llevó a los españoles y a las españolas a votar el 26 de junio de 2016. Tras esta cita con las urnas, el monarca eligió en dos ocasiones a Mariano Rajoy, pues el PP ganó dichos comicios. La sesión de investidura de la primera vez acabó fracasando, pero la segunda -a finales de octubre- tuvo éxito y el popular fue nombrado presidente del Gobierno gracias a la abstención del PSOE.
Tres años más tarde, tras las elecciones generales del 28 de abril de 2019, el jefe del Estado seleccionó a Pedro Sánchez como candidato a presidir el Gobierno. La sesión de investidura del socialista se llevó a cabo en el mes de julio, no obstante, la imposibilidad del PSOE de aunar el apoyo de Unidas Podemos impidió que esta se llevara a buen término. Y, en septiembre, Felipe VI emprendió su séptima ronda de consultas, pero constató de nuevo que no existía ningún aspirante que contase con los votos necesarios para que el Congreso le otorgase su confianza.
Este hecho terminó en una repetición electoral en 2019. De este modo, el monarca se embarcó en la octava ronda de consultas en sus cinco años y medio de reinado por aquel entonces. Pedro Sánchez fue designado como candidato a la investidura, y, a diferencia de la anterior, sí que salió hacia adelante debido al acuerdo que alcanzó con la formación morada para conformar el primer Gobierno de coalición de nuestra reciente democracia.
Los resultados de los comicios del 23-J dejaron la gobernabilidad en el aire, pues ni Pedro Sánchez ni Alberto Núñez Feijóo suman los escaños necesarios para ser investidos en una posible investidura. Sin embargo, ambos líderes mostraron desde el primer minuto su predisposición para enfrentarse a esta votación. Así, se produjo una situación inédita hasta ahora: el rey debía elegir entre el candidato más votado en las elecciones (Feijóo) o el que tenía más posibilidades de juntar un mayor número de apoyos en el Congreso (Sánchez).
Finalmente, el jefe del Estado escogió al presidente de los populares porque, según un comunicado de la Casa Real, “en el procedimiento de consultas llevado a cabo por Su Majestad el Rey no se ha constatado, a día de hoy, la existencia de una mayoría suficiente para la investidura que, en su caso, hiciera decaer la costumbre” de proponer al candidato del partido más votado. Pero el intento de Núñez Feijóo no prosperó, abriendo así la décima ronda de consultas de Felipe VI en nueve años de reinado.