Organizaciones de derechos humanos ven preocupante utilizar este concepto de forma automática y generalizada ante la “saturación” de llegadas de inmigrantes a Europa
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la semana pasada una batería de medidas ante la crisis migratoria en Italia. Entre ellas se encuentran reforzar la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) y aplicar procedimientos fronterizos rápidos y acelerados, incluido el uso del concepto de país de origen seguro.
Organizaciones de derechos humanos como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y Amnistía Internacional ven preocupante utilizar el concepto de país de origen seguro de forma automática y generalizada ante la “saturación” de llegadas. Para CEAR, esta es una forma de buscar que se disminuyan las solicitudes de asilo y no hacer un análisis individualizado, lo que pone en peligro los derechos humanos y el principio de no devolución de los inmigrantes.
La Unión Europea, en la directiva 2013/32/UE, considera un país de origen seguro cuando puede demostrarse que, de manera general y sistemática, no existe persecución, tortura o tratos inhumanos o degradantes, ni amenaza de violencia indiscriminada en situaciones de conflicto armado.
Como recoge la Agencia de Asilo de la Unión Europea (EASO), el concepto se basa en la presunción de que determinados países pueden ser generalmente seguros para los nacionales o apátridas que antes residían habitualmente en ese país.
En esta directiva se explica que solo se podrá aplicar el concepto de país seguro cuando las autoridades competentes tengan la certeza de que el solicitante de protección internacional recibirá un trato conforme a los siguientes principios:
Aunque se intentó elaborar una lista unificada para la UE de “países de origen seguros”, no se terminó ejecutando, expone Antonio Díaz, profesor de Derecho Internacional Comunitario en la Universidad Pontificia Comillas.
Más de 20 países de la Unión Europea han adoptado esta lista, menos España, Portugal, Rumanía, Bulgaria, Letonia, Lituania y Polonia, según la Agencia de Asilo de la UE. Los países lo regulan a nivel nacional y tienden a designar un país de origen como seguro cuando reciben
un número relevante de solicitantes de ese país.
Asimismo, la designación de un país de origen como seguro no es necesariamente “omnicomprensiva”, es decir, los países pueden hacer excepciones. Como Países Bajos, que incluye a Georgia, Senegal o Túnez en su lista, pero aplica excepciones por cuestiones LGTBI en Georgia. Dinamarca hace lo mismo con Rusia en cuanto a minorías religiosas, incluyendo a cristianos y musulmanes.
En las 10 medidas anunciadas por la Comisión Europea para “responder” a la llegada de migrantes a las costas italianas de forma “inmediata” se hace hincapié en aplicar procedimientos fronterizos rápidos y acelerados, como el uso del concepto de país de origen seguro.
Como defiende CEAR, los Estados están obligados a evaluar las solicitudes de protección internacional de las personas que llegan de manera individual. A partir de este concepto, la Comisión Europea busca que las solicitudes se tramiten de forma más rápida y acelerada así como decidir si se inadmite una solicitud porque “puedo tralsadatera un país al que considero seguro” o incluso “puedo devolverte a tu país solo porque lo considero seguro”.
Es por ello que no se tendrían en cuenta los motivos individuales, según CEAR, por los que las personas solicitan protección internacional, pudiendo ser trasladados a un tercer país con los que se tienen acuerdos.
Según la CEAR, la UE está adoptando un enfoque securitario respecto a su política de asilo. En vez de plantear medidas de reubicación o ampliar las vías legales y seguras, estarían apostando por la la contención y el aumento de los retornos de migrantes, según la ONG
Para Amnistía Intencional, “asumir que una persona por provenir de un determinado país no tiene derecho a pedir asilo es contravenir completamente el espíritu de la Convención de Ginebra para los Refugiados”. A su juicio, “muchas personas pueden sufrir una persecución individualizada, y es necesario garantizar que existen procedimientos que permitan que se analicen”.
“El riesgo es que los Estados europeos están empezando a incluir además en estos listados países donde hay constancia de que se producen graves violaciones de derechos humanos”.
Por su parte, Antonio Díaz, profesor de Derecho Internacional Comunitario, apunta que el término “país de origen seguro” es “muy discutible desde el punto de vista de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ya que ésta recoge que es necesario “realizar un examen completo y actual de las circunstancias imperantes en un determinado Estado, y de las personas, para poder decidir si es seguro o no devolverlo a su país”. Además, señala que también “pone en riesgo el principio de no devolución” si se devuelve a alguien a un país donde no hay garantías ni se respetan los derechos de las personas.
Comisión Europea
Agencia de Asilo de la UE
Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)
Amnistía Internacional
Antonio Díaz, profesor de Derecho Internacional Comunitario en la Universidad Pontificia Comillas