Quién es Sara Khadem, la ajedrecista iraní exiliada en España por no llevar el velo

Las protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini, joven de 22 años que murió en Teherán el 16 de septiembre de 2022 después de que la policía de la moral la detuviera por llevar mal puesto el velo, han ido más allá de las calles del país. Tres meses después del suceso, la ajedrecista iraní Sara Khadem jugaba sin hiyab en el Campeonato Mundial de Rápidas y Blitz 2022, celebrado en Kazajistán, aunque llevarlo es obligatorio para las mujeres, de acuerdo con las reglas de vestimenta de Irán, según recogió Reuters. 

Este acto en señal de protesta por el fallecimiento de Amini llevaría a que la número 15 entre las mejores ajedrecistas del mundo, de acuerdo con la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) se mudara a España poco después para evitar represalias. Ahora, en Irán, hay una orden de arresto contra ella, como la propia Khadem informó a El País.

Los inicios de Sara Khadem en el ajedrez

Sara Khadem, cuyo nombre completo es Sarasadat Khademalsharieh, nació en Teherán, la capital de Irán, el 10 de marzo de 1997. Aprendió ajedrez con ocho años, después de que un amigo le hablara sobre el juego, como indicó en una entrevista en Aljazeera. Cuatro años más tarde, con 12, ganó su primer título de campeona del mundo, momento que definió su carrera como jugadora profesional. 

A sus 25 años, Khadem ocupa el puesto 15 entre las mejores ajedrecistas del mundo y es la 774 en el ranking mundial de jugadores activos, de acuerdo con datos de la FIDE. Ostenta los títulos de maestra internacional y gran maestra femenina, con un ELO —sistema de puntuación que mide el nivel del jugador— de 2.490 en ajedrez estándar.

Competir sin velo, el acto de protesta que la llevaría a trasladarse a España

Sara Khadem no regresó a Irán tras jugar sin velo el Mundial de Rápidas y Blitz 2022 a finales de diciembre. “Me inspiró mucho lo que estaban haciendo en mi país”, afirmó en la BBC respecto a las mujeres que se negaban a llevar velo en la calle en protesta por la muerte de Amini. Como declaró en ese medio, aunque era consciente de posibles represalias por su decisión de no llevar hiyab, se dio cuenta de la gravedad de la situación cuando recibió advertencias desde Irán de que “o mandaba un vídeo diciendo que había actuado bajo presión o supondría un grave problema para ella cuando regresara”.

Así, al finalizar el campeonato, se trasladó a España junto a su marido y a su hijo de, entonces, 10 meses, según una entrevista exclusiva a El País. “Para ser honesta, personalmente incluso antes de jugar este torneo nunca fui muy partidaria del hiyab: solo ante las cámaras”, dijo Khadem, quien reconoce que en torneos anteriores solo se cubría el pelo en el momento de dirigirse hacia el tablero de juego “porque estaba representando a Irán”.

Irán ha emitido una orden de arresto contra Sara Khadem, según la ajedrecista iraní

Un mes después del inicio del Mundial de Rápidas –el mismo día en el que descubrió que existía una orden de arresto contra ella en su país de origen, como comunicó a la BBC—, la ajedrecista iraní se encontró con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien trasladó su “apoyo a las mujeres deportistas”. “Vuestro ejemplo contribuye a un mundo mejor”, compartió en su cuenta de Twitter. Un tuit al que Khadem respondió con palabras de agradecimiento tanto a él y a las autoridades como a la bienvenida de la “cálida población española”.

“Dejar a mi familia ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho nunca”, aseguró durante la entrevista con la BBC el 14 de febrero. No obstante, hace referencia a la valentía de quienes permanecen en Irán y continúan las protestas: “Si comparo lo que hice con lo que está haciendo la gente, no diría que fue difícil, porque el riesgo que asumen es mucho más alto”.

En diciembre, mes en el que Sara Khadem participó sin velo en el Mundial de ajedrez rápido y blitz, se contabilizaban 18.000 detenidos y 469 víctimas mortales tras el inicio de las protestas, según las organizaciones humanitarias. Los últimos datos apuntan a 530 fallecidos, de acuerdo con la agencia de noticias Human Rights Activists.