España mira hacia otros países de Europa para ver cómo están configurados sus códigos penales y cuántos años contemplan para las penas de los delitos sexuales tras la polémica de la rebaja de condenas, dictaminadas por algunos tribunales, por la puesta en marcha de la ley de libertad sexual, conocida como ley del ‘solo sí es sí’.
Uno de los cambios más relevantes que ha introducido esta nueva ley en España es que desaparece la distinción entre abuso y agresión sexual, por lo que la norma contempla una serie de agravantes y una graduación de las penas. Es decir, la nueva ley propone una horquilla que abarca condenas de mínimos para los delitos más leves y de máximos para los más graves.
Ujala Joshi, profesora de Derecho Penal en la Universidad de Barcelona, explica que “el abuso ha desaparecido” por lo que cualquier delito contra la libertad sexual es considerado una agresión, “incluso aunque no exista violencia”. “El tipo básico de las agresiones sexuales es cuando se atenta en contra de la libertad sexual de una persona sin su consentimiento”, asegura.
Joshi especifica que el Código Penal introduce una definición de cuándo hay que entender que hay consentimiento válidamente emitido. “El consentimiento tiene que quedar claro, ser expreso, ya sea un sí o un no, o bien porque se deduzca del contexto”, explica. Aun así, como matiza la experta en Derecho Penal, en los casos de delitos sexuales aportar pruebas es complicado, ya que “normalmente son delitos que se ocultan, en los que no hay testigos, y a veces es la palabra de la víctima contra la palabra del presunto agresor”.
Joshi recuerda que existen agravantes, como en otros países de Europa, que hacen que las penas de los delitos sexuales aumenten. “Si ha existido violencia, intimidación, sumisión química o penetración, ya sea oral, vaginal o anal, que es lo que se conoce como violación, se agravan las penas”, explica. Y, de hecho, en el caso de que se produzcan varios agravantes todos ellos sumarían a la condena, “no se sustituye uno por otro”, añade.
Como sucede en España, las penas de los delitos sexuales en Europa difieren según su gravedad. Hay códigos penales europeos, como el sueco o el español, que contemplan solo un delito sexual con un rango de penas, mientras que otros, como el alemán, francés, italiano o portugués, diferencian entre tipos de delitos.
Es por ello que los años de las penas de los delitos sexuales en Europa pueden ir desde los seis meses, como en el caso de Alemania, hasta los 30 años en Francia, cuando la violación tiene como resultado la muerte de la víctima.
Manuel Cancio, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid, explica que el Código Penal español, antes de la reforma, ya tenía “un buen punto de partida” en el que reconocía como delito una situación de abuso en la que no hubiera consentimiento. “Con el cambio, España se asemeja a Suecia, que también ha reformado recientemente su Código Penal y solo reconoce un tipo de delito sexual en el que pueden existir agravantes. Eso sí, las penas son menores”.
Cancio afirma que la diferencia entre cómo regula los delitos sexuales el Código Penal alemán y el español está en el enfoque. “En Alemania cuenta que haya una manifestación perceptiva de la negación, es decir, que ‘no es no’, a diferencia de en España que se basa en la emisión expresa de consentimiento”. Las penas en general, sean abuso o agresión, en el país europeo pueden ir desde los tres meses a los 10 años (artículo 177). En el caso de las violaciones las penas no pueden bajar de los dos años, y pueden alcanzar los 10 en el caso de que se ponga en riesgo la vida de la persona atacada.
En Italia, el catedrático de Derecho Penal señala que “no se contempla de forma diferenciada la hipótesis de penetración, como en los demás ordenamientos”, aunque si se utiliza violencia, amenaza o abuso de autoridad, como podría pasar entre un empleado y su jefe, las penas van entre los seis y 12 años de prisión (artículo 609 bis). De hecho, también contempla agravantes para las penas de delitos sexuales, como, por ejemplo, que se utilice un arma, que la víctima sea menor o que no esté en pleno uso de su libertad.
Otro país de Europa que contempla penas diferentes por varios delitos contra la libertad sexual es Portugal. “En el Código Penal portugués se incluyen conductas de coacción sexual, violación y abuso”, explica Cancio. Pero también menciona el consentimiento. El artículo 164 portugués establece que la pena por violación será de uno a seis años si falta el consentimiento y de tres a 10 años de prisión si se usan medios coactivos, como amenazas, violencia o la víctima está inconsciente.
Tal y como explica Manuel Cancio, Francia reformó su Código Penal en 2021 tras un escándalo que hubo en el país. “Dentro de los delitos contra la integridad física o psíquica, pero también hay una sección para los delitos de violación, incesto y otras agresiones sexuales”, asegura el catedrático de Derecho Penal.
Así, “la violación implica la penetración y tiene una pena de 15 años de prisión, pudiendo llegar a los 20 años si la víctima es menor de 15 años o es una violación incestuosa, como en otra serie de supuestos agravados, ya sea por especial vulnerabilidad de la víctima, actuación en grupo, uso de armas, etc”, analiza Cancio.
En todo caso, el experto subraya que “la comparación solo con lo que dice el respectivo Código para definir delitos y penas es solo una aproximación, porque luego la realidad depende de cómo se mida la pena en la jurisprudencia del país, y también de cómo se manejan los sustitutivos penales o la suspensión condicional”.
Código penal de España
Código penal de Suecia
Código penal de Alemania
Código penal de Italia
Código penal de Portugal
Código penal de Francia
Ujala Joshi, profesora de Derecho Penal en la Universidad de Barcelona
Manuel Cancio, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid
