La Hermandad de la Macarena ha exhumado en la madrugada del jueves los restos del militar golpista Gonzalo Queipo de Llano que permanecían inhumados en el interior de su basílica en Sevilla desde hace 71 años. Junto al teniente general responsable de alrededor de 45.000 fusilamientos, han abandonado ese lugar de enterramiento su esposa, Genoveva Martí Tovar, y otro militar franquista, mano derecha de Queipo, Francisco Bohórquez.
La exhumación se han realizado a solicitud de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática en base a la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática, que entró en vigor en octubre de este año y por la que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar -como Queipo de Llano- de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público».
Tras la aprobación de esta ley, la Secretaría de Estado había enviado una misiva a la Hermandad de la Macarena en la que pedía “facilitar al máximo y a la mayor brevedad posible la realización de los trámites necesarios para la exhumación y traslado de los restos de Gonzalo Queipo de Llano y Sierra y de Francisco Bohórquez Vecina”. El hermano mayor de la misma, José Antonio Fernández Cabrero, respondió con otra carta en la que aseguró que cumpliría «escrupulosamente la legislación” en materia de memoria democrática y «en virtud de su respeto a las leyes de un Estado democrático».
Cuando aún no habían dado las 12 de la noche un coche fúnebre abandonaba el templo de la Hermandad de la Macarena con los restos de Bohórquez. A las 2 de la mañana lo hacía el matrimonio Queipo de Llano-Martí, en cuya exhumación han estado presentes algunos miembros de su familia que se han atrevido a lanzar soflamas como “¡Viva Queipo de Llano!”, según relata la agencia EFE.
En la puerta de la basílica se encontraba Paqui Maqueda, presidenta de la asociación ‘Nuestra memoria’ que ha respondido a los gritos de la familia del asesino con un: “Honor y gloria a las víctimas del franquismo” para luego recitar los nombres de algunos familiares represaliados por el franquismo.
La exhumación de Queipo de Llano ha traído nuevamente a la palestra la historia de este personaje clave en la sublevación de 1936. A pesar de su pasado republicano que le llevó a protagonizar un conato de rebelión republicana en 1930, acabó colaborando y liderando junto con los generales Emilio Mola, Francisco Franco y José Sanjurjo el golpe militar de julio de 1936. Lo hizo desde Sevilla y encabezó una brutal represión que se llevó por delante la vida de más de 45.000 personas. El escritor Ian Gibson apunta en su libro “Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca”, que fue Queipo de Llano quien ordenó el fusilamiento del poeta granadino.
Durante esa época, fueron famosas sus emisiones a través de la radio como jefe del Ejército del Sur y durante la guerra actuó casi con total independencia del resto de golpistas y por ello fue apodado el virrey de Andalucía. Ascendido a teniente general tras el triunfo franquista, fue perdiendo poco a poco predicamento y confianza de Francisco Franco, que lo relegó.
La Hermandad sevillana ha emitido un comunicado en el que relata los pasos dados por la corporación en relación a Queipo de Llano: “La exhumación se ha realizado en la más estricta intimidad y con absoluto respeto a los familiares presentes, procedimiento que ha contado con el consentimiento de ambas familias”.
Más adelante, en el texto, la penitencial sevillana pide “respeto para las familias al ser ahora un asunto perteneciente al ámbito privado e íntimo de los descendientes”. También ha expresado su deseo de “desaparecer del foco mediático” tras la exhumación de Queipo de Llano y ha reafirmado “su compromiso con las leyes de un estado democrático”.
Agencia EFE
Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria democrática
Ley de Memoria Histórica y Democrática
Hermandad de la Macarena
