Una treintena de cuchillos de piedra neandertales y otros tantos de sapiens (humanos modernos) han servido para que Igor Djakovic y sus colegas hayan llegado a la conclusión de que las dos especies humanas hayan coexistido en Francia y el norte de España durante milenios. En concreto, los neandertales coexistieron con sapiens entre 1.400 y 2.900 años antes de desaparecer para siempre.
Este estudio de modelado, publicado en Scientific Reports, se suma a la larga evidencia de que ni de lejos hubo un reemplazo automático de neandertales por sapiens que llevó a los primeros a la extinción. Distintas evidencias, como la que se ha premiado este año con el Premio Nobel de Fisiología, muestran que tenemos aún hoy genes neandertales. Nuestros antepasados se cruzaron entre sí; neandertales y sapiens coexistieron en distintas regiones de Europa, durante al menos 5.000. o 6.000 años.
El actual trabajo evidencia que sapiens y neandertales coexistieron conforme a un fuerte patrón geográfico. Seguramente, los primeros humanos modernos ocuparon los límites más meridionales del norte de España. Luego fueron apareciendo poco a poco más al norte, sustituyendo a los neandertales.
Actualmente hay poca evidencia de su coexistencia a nivel regional y es difícil establecer cuándo aparecieron y desaparecieron las dos especies por primera vez en estas áreas. Ha habido aproximaciones importantes, como las publicadas en 2018 por la profesora Ana Belén Martín Arroyo (Universidad de Cantabria). De hecho, la totalidad de los datos de España usados para este nuevo estudio ya estaban publicados y provenían de Cova de L’Arbreda (Girona), Labeko Koba (Guipúzcoa), La Huelga (Palencia) y Abric Romani (Barcelona).
Entonces, en aquel estudio de Martín Arroyo, tras obtener casi 50 nuevas fechas de radiocarbono por ultrafiltración y aplicar modelos bayesianos, “pudimos observar –dice ahora Martín Arroyo– ese mismo solape entre las poblaciones neandertales portadoras de la tecnología châtelperronienses y los primeros grupos de humanos modernos en la zona norte de España“.
Otro estudio más reciente, publicado por su equipo en Nature Ecology & Evolution (2022) muestra, entre otras cosas, cómo los cambios en el clima y la disponibilidad de herbívoros jugó un papel muy importante en la sustutución de neandertales por sapiens, particularmente en Iberia, aclara en el SMC de España. En la región eurosiberiana no hay evidencias de ese solapamiento entre especies y culturas.
Algunos autores han asociado estos cambios ambientales con el declive de los neandertales y el consecuente vacío demográfico, resultante antes de la llegada temprana de los humanos modernos, muy particularmente en el territorio de lo que hoy es España. Pero, intuyendo el cómo, ahora se aproximan al cuándo. Y aquí entra en marcha una compleja maquinaria estadística.
El modelo que plantea el equipo de Djakovic estima que los artefactos neandertales aparecieron por primera vez hace entre 45.343 y 44.248 años. Desaparecieron hace entre 39.894 y 39.798 años. La fecha de extinción de los neandertales, basada en restos datados directamente, fue hace entre 40.870 y 40.457 años.
Se estimó que los humanos modernos aparecieron allí por primera vez hace entre 42.653 y 42.269 años. Los autores concluyen que esto sugiere que las dos especies de humanos coexistieron en estas regiones entre 1.400 y 2.900 años. Sin embargo, estos resultados no indican cómo coexistieron o si los humanos modernos sapiens y los neandertales interactuaron.
Javier Baena y Concepción Torres (UAM) lo resumen en The Conversation así: “Entre sapiens y neandertales hubo sexo pero poco amor”. Recientemente los restos humanos de los yacimientos de Bacho Kiro, en Bulgaria, y Zlatý kůň, en Chequia han confirmado que los contactos se produjeron con frecuencia.
A su modo de ver, La “amorosa” relación entre especies “debió restringirse a la integración de individuos aislados dentro de grupos ajenos. Los procesos de selección cultural en la descendencia debieron esculpir nuestra limitada carga genética neandertal”.
Pero, ¿qué hay de la cuestión cultural, como la que se desprende de los cuchillos analizados? Hace unos 300.000 años, los primeros sapiens elaboraron una industria idéntica a los neandertales. Sin embargo, la cambiaron en poco tiempo hasta estándares muy complejos. Los Homo neanderthalensis la mantuvieron sin apenas cambios hasta su extinción.
No obstante, hay pruebas de la producción y el uso de tecnologías similares en los conjuntos arqueológicos asociados a neandertales y sapiens que coexistieron en las regiones analizadas. Esto da credibilidad a la idea de que hubo alguna forma de interacción entre estas poblaciones, según Djakovic.
Marco de la Rasilla Vives, investigador de Prehistoria de la Universidad de Oviedo cree que el trabajo ahora publicado en Scientific Reports “trata un tema de actualidad sujeto, en algunos extremos, a un amplio debate”. Los datos usados “tienen las mayores garantías”. Y el modelo es acertado. “La conclusión general es muy interesante y habrá que valorarla detalladamente para establecer definitivamente la transición neandertal-sapiens en Francia y la península ibérica”.
En todo caso, echa en falta la incorporación de yacimientos de la península ibérica fuera de la zona septentrional “para tener una visión completa del fenómeno”, concluye.
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