España ha notificado hasta el 31 de agosto 48 casos de hepatitis infantil aguda grave de causa desconocida que tienen una edad media de 5 años y no tienen relación epidemiológica entre ellos, dos de los cuales fallecieron a las 24 horas de recibir un trasplante hepático.
El Ministerio de Sanidad ha actualizado los datos del informe de vigilancia epidemiológica de la hepatitis infantil con casos hasta agosto, un control que comenzó en abril tras el aviso de Reino Unido de que había detectado esta enfermedad en diez niños.
En España, se han notificado casos en 11 comunidades autónomas; 30 casos fueron en niñas (62,5%) y en 18 niños (37,5%), y la mayor parte se detectaron entre el 7 de marzo y el 1 de mayo.
La evolución clínica ha sido favorable en todos los casos excepto en tres niños, que requirieron trasplante hepático, y dos de ellos murieron. Los fallecidos tenían 1 y 6 años. En el menor de ellos se detectó adenovirus en heces.
No obstante, según Sanidad, hasta agosto el número de casos de hepatitis infantil de causa desconocida y trasplantes observados en esta alerta se encuentra dentro de los esperados según las estimaciones realizadas con datos de los años previos.
De hecho, en agosto se han contabilizado únicamente dos casos, ya que en el informe previo fechado a día 4 de agosto ya se incluían 46 enfermos. Los resultados descritos no apuntan a una etiología viral clara, aunque al igual que los resultados proporcionados por otros países resulta frecuente la detección de adenovirus y virus adenoasociados.
Como explicábamos en este artículo, las hipótesis detrás de esta hepatitis infantil de origen desconocido apuntan a un adenovirus o una posible covid silenciosa. La OMS en Europa tiene a las hepatitis infantiles entre sus máximas prioridades, más de medio año después del primer caso, detectado en Reino Unido. Al terminar julio, se registraron más de mil cuadros de hepatitis aguda de origen no viral que, según las últimas hipótesis, podría estar ligadas a un adenovirus junto a la covid. Ahora se han actualizado los casos de hepatitis infantil hasta agosto.
Hasta ahora, el principal sospechoso era un adenovirus, típicamente un virus de catarro o diarrea. Los adenovirus no se asocian con hepatitis infantiles en personas sanas. Pero, como explicaba aquí Marina Berenguer Haym, presidenta de la Sociedad Internacional de Trasplante Hepático, “Estos virus son habituales en niños, por lo que podría no ser esa la causa”. Si bien, dos estudios preliminares (uno de Londres y otro de Glasgow) encuentran claras correlaciones con los afectados y la presencia de este patógeno adenoviral más otro virus asociado.