El pasado mes de abril, la firma de moda MO puso a la venta en Portugal la mascarilla MOxAdTech, una mascarilla textil reutilizable que, según la empresa, podía inactivar el SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
El producto es el resultado de un proyecto de colaboración entre MO, el fabricante textil Adalberto, el centro tecnológico CITEVE, la Universidad de Minho y el Instituto de Medicina Molecular (iMM) portugués que recientemente ha confirmado la eficacia de la mascarilla a la hora de combatir el virus. En la práctica, esta “inactivación” implicaría una reducción de peligro de infección a la hora de tocar la parte exterior de la mascarilla.
El producto ha pasado todos los test realizados por el iMM. Según explican desde Adalberto, el instituto depositó 200.000 unidades formadoras de placas de SARS-CoV-2 procedentes de muestras clínicas en tejido tratado con la tecnología desarrollada por la empresa. Los investigadores dicen que tras una hora en contacto con el tejido, la carga viral del patógeno se redujo en un 99%.
Según informan tanto la empresa Mo, como el Instituto de Medicina Molecular, el principio activo de la mascarilla también ha superado con éxito las pruebas realizadas por el Institut Pasteur de Lille, en Francia. Sin embargo, el Institut Pasteur ha asegurado a Newtral.es que ninguno de sus equipos ha analizado el producto.
Hemos preguntado por esta situación a la empresa Adalberto, pero no hemos recibido respuesta al respecto. Desde el iMM se limitan a decirnos que en sus laboratorios únicamente han hecho los test ajustándose al estándar ISO oficial relativo a las pruebas viricidas.
El Institut Pasteur debe su prestigio a su propio fundador, Louis Pasteur. Está especializado en enfermedades infecciosas y llegó a ser el primer laboratorio en aislar el VIH. A pesar de que la mascarilla cumple con todas las certificaciones para su venta en países como Francia, España o Portugal, la “inactivación” del virus solo se habría testado en el Instituto de Medicina Molecular, organismo que ha colaborado en la producción de la mascarilla.
La mascarilla tiene tres capas. El revestimiento con el que se ha creado el producto es resistente al agua, y tanto la capa más cercana a la piel como la exterior están impregnadas con un principio activo que neutraliza el virus cuando este entra en contacto con la tela. Sus creadores aseguran que, a pesar de estar dotada de tecnología antimicrobiana, es efectiva tanto contra bacterias como acabando con los virus.
El fabricante textil Adalberto, encargado del desarrollo de la tecnología, explica que esta funciona mediante atracción eléctrica. La capa exterior de la mascarilla está revestida con un material invisible cuya carga positiva atrae al patógeno. La pared celular de este es negativa, por lo que es perforada al entrar en contacto con la mascarilla.
El producto está a la venta en Portugal desde abril, y desde el mes de julio también se comercializa en España.
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