La manifestación del Primero de Mayo ha arrancado este lunes con los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernandez Toxo y Pepe Álvarez, respectivamente, a la cabeza y con un llamamiento a la lucha contra la corrupción política y la recuperación de derechos y salarios. Cuarenta años después de su legalización, los sindicatos vuelven a salir el Primero de Mayo a la calle para exigir a la patronal un pacto salarial y al Gobierno la derogación de las reformas laborales, que permitan tener salarios y empleos dignos, en una jornada en la que los últimos casos de corrupción acapararán las movilizaciones sociales. Mientras, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ajeno a este asunto, se ha limitado a dar las gracias a los trabajadores por "la recuperación económica".
Acompañados por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Izquierda Unida, Alberto Garzón, los sindicatos han iniciado su marcha en la Plaza de Neptuno, que terminará en la Puerta del Sol, haciendo públicas duras críticas a los casos de corrupción mientras los trabajadores no terminan de ver la recuperación.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha urgido a activar un "sólido paquete de medidas" contra esta lacra política. En un artículo publicado este lunes, Toxo expone que estas medidas deberían servir "para blindar la democracia no ya de los corruptos y corruptores", sino "de la posibilidad de que éstos puedan valerse de los resquicios legales que la toleran".
"Nosotros nos ofrecemos para participar con decisión y propuestas en este proceso", añade Toxo ante el que será su último Primero de Mayo al frente de CCOO.
Así, Toxo señala entre las reivindicaciones de esta jornada "combatir una corrupción galopante que atraviesa de arriba abajo al partido del Gobierno y amenaza con socavar los cimientos y la credibilidad de algunas instituciones democráticas".
"No está solo en juego la honestidad y enriquecimiento ilegal de tal o cual dirigente conservador o responsable público; se estrecha el cerco a un partido y a sectores muy sensibles del Estado", afirma el líder sindical. "Así no se puede seguir", concluye.
Muy lejos de hacer mención a este asunto ha estado Rajoy en un escueto mensaje publicado en Twitter, en el que se limita a agradecer la contribución de los trabajadores "a la recuperación económica" y señala que "el Gobierno trabaja para lograr más y mejor empleo".
En el #DíadelTrabajo, agradezco vuestra contribución a la recuperación económica. El Gobierno trabaja para lograr más y mejor empleo. MR
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 1 de mayo de 2017
Actualmente en España hay ocupadas un total de 18.438.300 personas, mientras que la tasa de paro es el 18,75%, es decir, 4.255.000 personas, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre del año y que publica el Instituto Nacional de Estadística.
Bajo el lema "No hay excusas. A la calle", los principales sindicatos, UGT y CCOO, han convocado 73 manifestaciones en todas las capitales de provincia y ciudades españolas más importantes para reivindicar empleo estable, salarios justos, pensiones dignas y más protección social.
Entre sus reivindicaciones, Toxo y Álvarez instan a la patronal a que se siente a negociar para cerrar cuanto antes un pacto salarial para 2017 y, de lo contrario, amenazan con una mayor conflictividad laboral.
La Unión Sindical Obrera (USO) se suma a la celebración del Día del Trabajo con una decena de movilizaciones entre las que destaca su principal manifestación que, por primera vez este año, no tendrá lugar en Madrid, sino que recorrerá las calles de Oviedo.
Bajo el lema "¡A la ofensiva! Por los salarios, el empleo digno y la justicia social", la manifestación partirá a las 12:00 horas de la Plaza de la Constitución para terminar en la Plaza de España con un mitin del secretario general de la organización, Julio Salazar.
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha vuelto a llamar a la movilización de cara al Primero de Mayo "contra la corrupción política, judicial y empresarial", mediante la "lucha en la calle, que es la única vía para defender y recuperar derechos y libertades que nos han sido arrebatados con el pretexto de la crisis-estafa".
Por su parte, el sindicato CSIF reclama una cláusula de revisión salarial para los empleados públicos así como recuperar las retribuciones previas a 2010.
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