Cristina Cifuentes ha reivindicado en su discurso de clausura del XVI Congreso de Madrid, la ética, la ética y la honradez en la política, a la que ha definido como una “actividad noble y digna”, donde la honestidad debe ser “el modo de conducta” y “el centro reformista como motor de la transformación económica y social". Una forma de alejarse del pasado y de casos como la Púnica que tanto daño han hecho a la sociedad madrileña. Este es el nuevo camino con el que se ha comprometido, tras ser elegida como presidenta del PP de Madrid por el 93,3% de la militancia, ante los que la acompañen para trabajar con un objetivo fundamental: recuperar todos los ayuntamientos de la región y especialmente el de Madrid y lograr mayoría absoluta en la comunidad.
Y ha pedido a todos que la ayuden para “no tener que soportar las políticas disparatadas de Podemos, las políticas inconsistentes de los socialistas o las políticas incongruentes de Ciudadanos”, aunque sea con estos últimos gracias a los que gobierna en la Comunidad de Madrid. No obstante, les ha agradecido su apoyo, aunque “solo sea a veces”, ha dicho irónicamente, pero “eso es lo importante”, que los partidos “a pesar de las discrepancias, seamos capaces de hablar”.
"No queremos un Madrid ni rojo, ni morado, ni naranja. Queremos un Madrid azul, Madrid tiene que volver a teñirse de azul, este es nuestro objetivo", ha dicho, como cuando lideraban el ayuntamiento y la comunidad, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón.
Ni los miembros del Gobierno que han arropado a Cifuentes; Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, y Soraya Sáez de Santamaría han hecho ninguna referencia a la corrupción de Madrid, algo que sí ha hecho la nueva presidenta quien ha reconocido los errores del pasado y se ha mostrado dispuesta a corregirlos y a evitar que vuelva a pasar. “No podemos quedarnos anclados en el pasado” ha asegurado.
“Tenemos que estar muy orgullosos de ser militantes del PP, aunque también hemos cometido errores y también hemos sufrido decepciones, especialmente a causa de quienes han abusado de su militancia. Ellos son los corruptos y no representan a este partido” ha reconocido.
Cifuentes se ha mostrado orgullosa de que en este congreso se haya debatido desde “la unidad interna” y “escuchando a todos, porque todos tenemos algo que aportar”. Y a eso le ha llamado “coherencia ideológica” y no como “esos partidos que llevan el sello de la irresponsabilidad”.
“Todos nos vamos a dejar la piel y vamos a cumplir nuestros compromisos. No podemos volver a atrás no nos podemos quedar anclados en el pasado”, ha afirmado, pero ha reconocido que “no hay fórmulas mágicas” para el desafío que tendrán que afrontar, por lo que tendrán que trabajar sin descanso. Y de hecho nada más clausurar el congreso ya ha convocado a su nuevo equipo en el propio hotel Marriot Auditorium.
La nueva presidenta del PP ha sido arropada durante todo el congreso por el propio presidente Mariano Rajoy, los principales miembros del partido y por algunos de los barones más relevantes. También Esperanza Aguirre ha tenido un adiós por todo lo alto y ha sido despedida con alabanzas por parte de su partido y con grandes aplausos de la militancia.
Y así lo ha señalado Cifuentes quien, en declaraciones a los periodistas tras la clausura del congreso, ha dicho que se la ha despedido “como se merece” alguien que “ha trabajado tanto y ha hecho tanto por el partido y la Comunidad de Madrid” y además ha resaltado que ha sido de forma “muy emotiva” porque recibió “un aplauso unánime absolutamente de todo el mundo”.
Los mismos que la aplaudieron a ella me han aplaudido a mí y esa es la mejor demostración de unidad de este partido”, ha subrayado.
Cifuentes ha señalado que no ha “echado de menos a nadie en el congreso, ya que “han sido dos días muy concentrados e intensos” y ha agradecido “el esfuerzo tan importante que han hecho los líderes del PP por estar aquí” debido a que este fin de semana se celebraban seis congresos en distintas regiones.
Este sábado le ha tocado el turno de arropar a Cifuentes a la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría quien además es el número dos de la lista del PP por Madrid. La vicepresidenta del Gobierno ha subrayado que el partido tiene la "responsabilidad" de "devolver la política sensata" y "moderada" a "todas las administraciones en la Comunidad", en referencia la gestión de Podemos en el Ayuntamiento.
Por su parte, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha señalado que acababa de llegar del congreso de Murcia y Soraya de Andalucía “porque nos estamos arropando a nuestra gente en nuestros congresos” porque cuando un partido está siempre discutiendo, dice, “los que salen perdiendo son los españoles”. Aunque si ha considerado bueno que “se discuta democráticamente”, como han hecho ellos en los diferentes congresos, para después poder ir de la mano.
Maíllo ha señalado Cifuentes es "una gran mujer y una gran política" y, lo ha “demostrado en una situación complicada, en una situación compleja, y además ha sabido pactar en una situación difícil".
Por la mañana el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha señalado que Cifuentes "ejemplifica lo mejor de Madrid y lo mejor del PP", al tiempo que "encarna lo que la gente quiere ver". A su juicio, es “la líder que necesitamos, la persona que encarna todo eso que la gente quiere ver en nuestro partido”.
Casado ha recordado el tiempo en que la conoció a principios del 2000 en la sede del distrito de Moncloa-Aravaca donde se encontró con una persona "que siempre tenía tiempo para el partido, ejemplo de política, cercana, comprometida, volcada con su gente y con su vocación, que es la de servir a los demás".
También ha tenido unas cariñosas palabras para Esperanza Aguirre sobre la que ha dicho que había sido “un honor haber trabajado y haber aprendido tanto” con ella. “Siempre serás para mí un referente ideológico y político y Siempre estaré agradecido por lo que has hecho por mí, por Madrid, por el partido y por España", ha señalado.
Por la mañana también la arroparon los barones del partido, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, y el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.
A ellos se sumó el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, quien con su habitual estilo distendido le pidió a Cifuentes que sepa "torear" los problemas "arrimándose" y "no con la puntita". Además, ha bromeado, en referencia al impuesto de sucesiones diciendo que "Andalucía, Extremadura, son lugares maravillosos para vivir, pero no te mueras; si allí te pones enfermo, la familia se preocupa porque estás enfermo, por una parte, y por otra, por la croqueta que te van a meter".
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