El candidato del PP a lehendakari, Alfonso Alonso, ha advertido este sábado de que si el PNV "se emborracha de poder" tras las elecciones autonómicas del 25 de septiembre "discurrirá por el camino de la radicalidad y de la ruptura". Alonso ha intervenido en un acto electoral del PP en el Palacio Miramar de San Sebastián en el que ha estado acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y por el cabeza de lista de Gipuzkoa, Borja Sémper.
El candidato a lehendakari ha asegurado que el PNV desea una "España débil" para proponer de nuevo el derecho de autodeterminación, ya que cuando lo hizo Juan José Ibarretxe los dos grandes partidos, PP y PSOE, se unieron para cerrarle el paso.
Ha alertado de que el PNV pactará con Podemos para que la formación morada actúe como su "embajadora en Madrid" y se convierta en "la plataforma que defienda el derecho de autodeterminación que quiere impulsar en Euskadi".
Alonso ha asegurado que Urkullu "tiene nostalgia" del plan Ibarretxe, a pesar de que la mayoría de los vascos no respalda la independencia, entre otras cosas, porque se sienten "fundadores" de España. "El castellano es un latín hablado por vascos. Hemos hecho este país, hemos estado desde el principio y lo sabemos", ha enfatizado.
Además, si Euskadi alcanzara la independencia, el PNV "terminaría" con el régimen foral, que fue el que creó la Comunidad Autónoma Vasca entre las tres provincias, "en pie de igualdad política". "La independencia en el País Vasco no la quiere nadie, porque el vasco es listo y sabe lo que le conviene", ha argumentado el candidato.
Ha negado que el PNV de Iñigo Urkullu sea un partido moderado, como pretende presentarse, ya que no se debe confundir "hablar en voz baja o ser aburrido" con la moderación.
A su juicio, los jeltzales, además de intentar pactar la autodeterminación con Podemos, también están "construyendo la memoria de Euskadi" de la mano de EH Bildu, a la que "le está ofreciendo el indulto por lo que hicieron en el pasado".
Ha defendido que se "agrupe" el voto en favor de los valores de la Constitución y de la unidad, para evitar "esa borrachera de poder" del PNV en la que "ya no haya ningún freno", porque los jeltzales tiene como prioridad "tener todo el poder absoluto, en todos los ámbitos".
A Alonso le ha precedido en el estrado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien se ha referido al "desafío interno" que significa el proceso soberanista de Cataluña, contra el que el Gobierno en funciones tiene que luchar "con una mano atada a la espalda".
Ha dicho que no logra entender por qué España no cuenta aún con un Gobierno de la nación después de que los españoles hayan votado dos veces y el resultado ha sido un parlamento fragmentado, pero en el que existe un grupo de partidos que comparten los valores constitucionalistas y una misma "idea de España".
Ha explicado que si Cataluña o Euskadi proclaman unilateralmente su independencia no tienen "la menor posibilidad de ser considerados estados" por la comunidad internacional, ya que se requerirían 9 de 15 votos y ningún veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Es absolutamente inimaginable que en el Consejo de Seguridad sea reconocida una declaración unilateral de independencia", ha abundado el ministro, quien ha aludido a las tensiones nacionalistas que sufren algunos de los países del consejo, que con toda seguridad vetarían un proceso similar en España.
Por último, el cabeza de lista por Gipuzkoa, Borja Sémper, ha acusado al Gobierno Vasco del PNV de no haber activado ni una sola medida para fomentar el desarrollo económico y el empleo, mientras que ha vivido "a rebufo, aprovechándose de las reformas del PP" que, sin embargo, criticaba.
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