El ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, confirmó este sábado la participación de representantes de su Gobierno en las negociaciones de paz de Ginebra del próximo lunes, en una rueda de prensa en la que advirtió que el presidente Bachar al Asad constituye "una línea roja". "Vamos a ir a Ginebra para lograr el éxito de las negociaciones, aunque esto no depende de nosotros, sino de las otras partes que van a asistir. Si en su mente albergan la idea de recibir el poder, lo que no han logrado sobre el terreno, van a fracasar", dijo al Mualem en una rueda de prensa celebrada en Damasco. El anuncio del ministro sirio se produce 24 horas después de que la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), la principal alianza opositora, confirmara su intención de viajar a Suiza.
Una de las exigencias de la CSN, compuesta por unos 45 representantes de la oposición, es que ni al Asad ni las figuras de su régimen tomen parte en una hipotética transición. "No vamos a dialogar con nadie que hable de la presidencia porque Bachar al Asad es una línea roja. Si (la oposición) tiene ese sueño, mejor que no vaya (a Ginebra)", dijo Al Mualem sobre esta exigencia de la oposición.
Los intentos de iniciar unas negociaciones de paz, que comenzaron hace dos años, han fracaso debido a la imposibilidad de que ambas partes acuerden una agenda común.
Mientras Damasco quiere que todos los esfuerzos se enfoquen en combatir el terrorismo, término empleado por el régimen para referirse a la rebelión, antes de hablar de una eventual transición política; la oposición insiste en discutir la inmediata formación de un Gobierno de transición.
En su comparecencia ante periodistas sirios y extranjeros, Mualem también cargó contra el enviado especial de la ONU para Siria, Steffan de Mistura, por indicar que en las conversaciones se abordará la celebración de elecciones.
"Ni De Mistura ni nadie puede hablar sobre elecciones presidenciales. Esto es un derecho exclusivo de los sirios", dijo al Mualem antes de exigir al mediador de la ONU "objetividad" y "neutralidad". "Le digo al enviado de la ONU que no vamos a aceptar de él que se vuelva a desviar de la objetividad para satisfacer a esta persona o a aquél país. Si quiere que su misión tenga éxito, debe mantenerse en la objetividad, si no, está destinado al fracaso", dijo al Mualem.
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