Acudió a una cita con el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid para conseguir algún avance en la lucha contra la enfermedad de su hijo y acabó llorando. Paloma Pastor, delegada de Hiru Hamabi, la única Asociación de daño cerebral adquirido infantil que existe en España, ha denunciado el trato "absolutamente denigrante, humillante y autoritario" que Jesús Sánchez Martos le dispensó a ella y a otras familias el pasado jueves, en una reunión de la que, asegura en la Cadena Ser, salió "llorando".
Pastor ha relatado que tres familias consiguieron entrevistarse con Sánchez Martos la semana pasada, después de pedir la cita con insistencia -enviaron hasta cinco correos- y que el consejero les trató de manera muy brusca.
"Hablamos de familias que están viviendo situaciones muy dramáticas y se encuentran en un estado de debilidad especial. El consejero, lejos de tratarles con cariño, les hacía preguntas de forma autoritaria, muy inquisidora", ha declarado a la Ser.
"También se dirigía a las dos subdirectoras como si fueran niñas pequeñas que no supieran hacer su trabajo. Las trataba como si fueran tontas, como si fueran ineptas. Estaban atemorizadas, como estábamos atemorizados todos los que estábamos allí porque su tono era durísimo, agresivo", añade.
Paloma Pastor ha explicado que, en un momento dado, el responsable de Sanidad se niega a conversar con ella y le dice que vuelva media hora más tarde. Es entonces cuando, según su versión, empieza a gritarle. "Me pregunta que quién soy yo para estar allí hablando con él, que qué formación científica tengo. Me acusa de mentir. Me dice que yo no formo parte de ninguna asociación y que me han investigado", señala.
La afectada afirma que la situación se fue volviendo más tensa hasta que ella rompió a llorar. "Intenté mantener el tipo pero la verdad es que, en cuanto me puse de pie y me aparté un poco de él, se me vinieron las lágrimas a los ojos y me derrumbé. Me pilló desarmada y me rompí en ese momento y salí llorando. Salí llorando del despacho del consejero"
La batalla que libra Paloma no es nueva. Lleva años reclamando más atención de la sanidad pública para su hijo Mahesh, con graves limitaciones desde que sufrió una caída por un barranco cuando tenía 8 años. Ya entonces le explicaron que los centros públicos no se hacen cargo de la rehabilitación para menores de 16 años y que la familia tendría que asumir los cerca de 2.000 euros que cuesta el mismo servicio en una clínica privada.
Por ello, los afectados demandaron judicialmente al SERMAS (Servicio Madrileño de Salud), para exigir que los niños fueran atendidos por la Seguridad Social. Y ganaron, aunque esta victoria parcial no se ha traducido en más servicios para sus hijos.
"Mi hijo tiene daño cerebral y necesita una rehabilitación similar a un adulto aquejado de un ictus. A este se lo cubre la Seguridad Social y a mi hijo no ¿por qué?", narraba ya entonces Paloma, en una entrevista en El País.
Sánchez Martos protagonizó otra polémica en septiembre pasado, cuando comparó a los refugiados con "un marido al que echan de casa".
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