España se prepara para entrar en un 2026 donde el comercio local sigue luchando por sobrevivir
Echar el cierre definitivamente ha sido, por desgracia, uno de los gestos más repetidos este año en los comercios locales de nuestro país. Tras un 2025 que se dispone a despedirse para siempre, España se prepara para afrontar un 2026 donde, de no cambiar las circunstancias, será todavía más complicado mantenerse a flote.
De acuerdo a datos de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), un mínimo de 13.600 pequeños comercios españoles se vieron obligados a cerrar. Esta cifra, que equivaldría a la desaparición de en torno a 37 negocios al día, aumentaría según cifras del Ministerio de Trabajo: 15.359 empresas cerradas este año y casi 60.000 puestos de trabajo perdidos.
Las claves detrás del fenómeno
José Ramón Riera, economista, lamenta la lenta pero persistente destrucción de un sistema que hace de "corazón de la economía española". Uno de los factores que presumiblemente estaría contribuyendo a este proceso sería el encarecimiento de la energía y el aumento de los tipos de interés, sumado a su vez al incremento de las cotizaciones sociales.
"El coste laboral y fiscal se ha disparado un 50 % en algunos casos, y eso ha hecho inviable la continuidad de miles de negocios", expresa Riera, quien considera que la imposibilidad de trasladar los aumentos de los costes a los precios finales ha sido el escollo donde la mayoría de empresas ha naufragado.
Un sabor agridulce de cara a 2026
Aquellos comercios que han sobrevivido a este 2025 turbulento todavía tienen un margen de maniobra bastante estrecho para reaccionar de cara a los próximos meses. Fuera de las grandes ciudades, la magnitud de este fenómeno puede tener consecuencias devastadoras para los empresarios. En declaraciones a la Cadena SER, la presidenta de la patronal del pequeño y mediano comercio de Mallorca, Carolina Domingo, advertía sobre la cara oculta de una fecha tan relevante como el Black Friday.
Y es que, si bien había habido un alto volumen de ventas, Domingo recalcaba que los descuentos "redujeron notablemente los márgenes de beneficio". Esto se debió, principalmente, a una falta de capacidad por parte del pequeño comercio para competir contra las grandes superficies, campeonas indiscutibles año tras año.
En Jaén, la situación también preocupa a los pequeños empresarios. Este mes de diciembre, la ciudad andaluza celebró la primera edición de su Gala del Comercio, donde se buscó apostar por la revitalización del negocio local. En los últimos años, la mayoría de tiendas del centro jiennense se han visto obligadas a cerrar, dejando unas calles cada vez más desiertas.
Isabel Cano Caballero, concejala de Promoción Económica de la ciudad, reafirmó durante el evento la voluntad de impulsar al comercio local, representado por asociaciones de empresarios como Müy Jaén. "Queremos hacerles partícipe de que el Ayuntamiento está con ellos, por y para ellos, los profesionales del comercio de nuestra ciudad", señaló Cano.
Para 2026, las pautas del desafío que afrontan los comercios se han mantenido inamovibles. Los principales obstáculos, además de la complicada gestión de los precios y beneficios, incluyen la facilitación del relevo generacional y la concienciación para apostar por el emprendedor y el negocio de toda la vida, pilares clave para la cohesión económica y social del territorio .