La Navidad en Málaga se mide en sobremesas largas, cafés que se alargan más de la cuenta y cajas de dulces que van pasando de mano en mano. Polvorones, mantecados, roscos, tortas y recetas que se repiten año tras año forman parte del paisaje emocional de estas fechas. No es solo cuestión de azúcar y almendra, sino de memoria, de tradición y de lugares concretos que llevan décadas marcando el camino. Esta es una selección de dulces malagueños imprescindibles para disfrutar estas fiestas, pensados para compartir, regalar o guardarse un último bocado para el final. Hablar de mantecadas en Málaga es mirar directamente hacia Alfarnate . En la Panadería Maravilla elaboran una de las más reconocidas, fiel a la receta tradicional y a una manera de hacer que se mantiene con el paso del tiempo. Junto a ellas aparecen otros clásicos navideños de la zona, como roscos de vino o roscos carreros, que completan una despensa muy ligada al invierno en la sierra. Desde Antequera sale uno de los dulces más reconocibles de la provincia. La torta de almendras de los Hermanos Romero es una elaboración muy presente en las mesas malagueñas durante estas fechas. Almendra, harina, azúcar, manteca y especias forman la base de una receta que ha viajado mucho más allá de la comarca. Los roscos de vino son uno de esos dulces que aparecen sin hacer ruido y acaban siendo imprescindibles. En Málaga , nombres como Productos Arjona forman parte del imaginario colectivo de estas fechas. Perfectos para el desayuno, la merienda o para acompañar el café tras la comida, siguen siendo una apuesta segura año tras año. Entre los polvorones , hay uno que destaca por su personalidad propia. El polvorón de piñones de La Antequerana se elabora con aceite de oliva virgen extra, huevo y harina de trigo, con una presencia notable de piñones nacionales tostados. Una versión diferente dentro de un dulce que rara vez admite variaciones. La repostería de convento sigue ocupando un lugar especial en la Navidad malagueña. En el Monasterio del Císter del Atabal , los borrachuelos conviven con otros dulces tradicionales como roscos, pestiños, mantecadas o pasteles de gloria. Elaboraciones ligadas al calendario y a una forma de entender la cocina pausada y estacional. En Pastelería Ramos la Navidad se reconoce, entre otras cosas, por sus piñonates. Almendra, piñones nacionales y mazapán forman parte de una receta que se repite cada diciembre y que se ha convertido en uno de los dulces más buscados de su obrador durante estas fechas. En Pastelería Daza conviven mantecados, polvorones, hojaldrinas y una elaboración singular, la torta de polvorón . Una receta con una historia curiosa que ha terminado incorporándose al recetario navideño local como una alternativa distinta dentro de los dulces tradicionales. El aceite de oliva virgen extra también tiene un papel protagonista en algunos mantecados. En la Obrador Artesano San Pancracio , el mantecado doble de aceite de oliva con almendras es una de las referencias más representativas de su obrador. Ingredientes de cercanía y una receta que conecta directamente con la despensa andaluza. La torta imperial es uno de esos dulces que, aunque asociados a la Navidad, se cuelan cada vez más en otras épocas del año. En Fernando Mira la elaboran a partir de almendra, miel, azúcar y clara de huevo, en una pieza que recuerda al turrón duro, pero con formato propio.
