Los Clippers , patito feo de la ciudad de Los Angeles, escudo maldito como pocos en la abultada historia de la NBA, tiene al fin algún motivo para sonreir en la campaña 2025-26. Los californianos, tras un primer tercio de la temporada nefasto, fracasado su plan de conquistar la liga con la plantilla más vieja de la historia y anclados en la parte baja de la tabla, sumaron en la madrugada del lunes su cuarta victoria consecutiva. Además, lo hicieron ante los Detroit Pistons , sensación del curso y líderes de la Conferencia Este. Un salto de fe provocado por la actuación estelar de Kawhi Leonard (Los Angeles, 34 años), prodigioso servicio de un astro venido a menos que, sin embargo, firmó la mejor actuación de su carrera, 55 puntos nada menos. El alero coronó su gran noche con 11 rebotes, cinco robos, dos tapones y cinco triples, cifras que invitan a viajar en el tiempo, cuando era considerado uno de los mejores jugadores modernos y se llevó el trofeo Larry O'Brien dos veces, una con los San Antonio Spurs en 2014 y otra con los Toronto Raptors en 2019, siendo en ambas ocasiones nombrado como mejor jugador de las finales. A cuentagotas, comienza a resurgir Leonard , el rey de las suspensiones, el ente con las manos capaces de sujetar un satélite, un atleta de culto que tras años marcados por las lesiones abraza su versión más fina en los últimos compases de 2026. De hecho, en la esperanzadora racha de los Clippers , ha promediado 39 tantos por encuentro. Canastas y más canastas para tapar de manera parcial el que era uno de los escándalos más oscuros de la competición, al menos hasta que en octubre quedó demostrado que la mafia italiana estaba metida hasta las trancas en su estructura. El 9 de septiembre, el periodista estadounidense Pablo Torre aseguró que los Clippers pagaron a Leonard a través de una empresa fantasma llamada Aspiration , dedicada a la planta de árboles y patrocinadora del conjunto, una cifra cercana a los 28 millones de dólares, unos 24 millones de euros, para saltarse el límite salarial y llenar las arcas de la estrella. El bulto se hizo mayor cuando la compañía, después de declararse en bancarrota en marzo, reconoció haber defraudado 248 millones a inversores y prestamistas. La documentación legal presentada por Torre demostraba que tanto una empresa asociada a Leonard como Steve Ballmer , antiguo jefazo de Microsoft, propietario de los Clippers y una de las personas más ricas del mundo, estaban entre los acreedores de Aspiration . Por supuesto, la NBA comenzó una intensa investigación, aunque a día de hoy ningún castigo ha sido ejecutado. En teoría, Kawhi se haría con esa cantidad por promocionar dicha empresa, aunque nunca hizo tal cosa. No solo hay polémica en la vida de Leonard , un hombre convertido en caricatura por su incapacidad de mostrar sentimientos, frío como un témpano y con una risa que parece la de un androide. Esa pose excesivamente seria viene marcada porque, cuando tenía 17 años, su padre fue asesinado a balazos en un túnel de lavado de coches en el que trabajaba. La policía nunca encontró al asesino ni el detonante de la violencia, y hace 11 años que la familia Leonard dejó de pedirle explicaciones a las autoridades. Sin embargo, el día después de perder a su progenitor, Kawhi fue a jugar un importante partido con su instituto, sumó 17 puntos y cuando acabó, se fundió en un intenso abrazo con su madre. «La pérdida de mi padre me preparó para cualquier cosa que me pasase el resto de mi vida. Fallar un tiro libre no duele tanto como eso», reconoció ya como profesional.