Alana González camina hacia el Centro de Arte Tomás y Valiente con una bolsa en su hombro izquierdo y una funda circular en el otro. Mientras que el resto de sus compañeros del colegio descansan un domingo por la mañana, la joven de 14 años se dirige a encarar su último Cascanueces junto a su escuela José Antonio Checa Ballet . «No creo que sea un sacrificio sobre todo porque pienso que vale mucho la pena ensayar algo que me gusta porque es a lo que me quiero dedicar. Me gusta saber que estoy ensayando para que el público pueda disfrutar del día de la actuación». A pesar de su joven edad, Alana habla con la madurez de quien ya...
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