Alexander Isak, tras tres temporadas como goleador del
Newcastle, fichó el pasado verano por el
Liverpool. Su adaptación al equipo de
Arne Slot no estaba siendo fácil. A las piernas del delantero sueco le pesaban los 150 millones de euros pagados por él. Se esperaba mucho del fichaje más caro de la historia de la
Premier y el delantero no andaba fino. Además, el shock post-traumático de la plantilla ‘red’ tras la muerte de
Diogo Jota se deja sentir en el rendimiento grupal. También se nota, en la fluidez ofensiva del
Liverpool, la marcha de
Luis Díaz y el menor rendimiento de
Salah. Así, tras cuatro meses de competición,
Isak solo había anotado un gol en la Premier.
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