Gaza: atrapada en un fallido alto al fuego mientras Israel expande asentamientos y mira hacia Irán
Mientras la atención mediática internacional se concentra en las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, en la guerra en Ucrania o en los focos de conflicto del sudeste asiático, en Medio Oriente se superponen dos realidades que avanzan casi en silencio pero que están profundamente conectadas.
Por un lado, el estancamiento del plan de alto al fuego en Gaza y el agravamiento de la crisis humanitaria palestina; y por otro, la creciente escalada regional impulsada por Israel, que mantiene abiertos múltiples frentes de tensión y vuelve a situar a Irán como el eje de un posible conflicto mayor.
En octubre, Israel y Hamás acordaron una primera fase de un cese al fuego que generó, aunque brevemente, una expectativa de alivio tras meses de devastación. Sin embargo, dos meses después, la Franja de Gaza sigue atrapada en ese primer peldaño, sin avances reales y con una población desplazada, dividida territorialmente, sobreviviendo entre escombros y enfrentando uno de los inviernos más duros de los últimos años.
Vista aérea de la Gaza destruida. Vía X@mhdksafa 11/08/2025.
La segunda fase del acuerdo, promovida por la administración estadounidense de Donald Trump y negociada con la mediación de Egipto y Qatar, plantea decisiones extremadamente complejas. Hamás debería entregar sus armas, al mismo tiempo que Israel debería retirar completamente sus tropas de Gaza y traspasar la seguridad a una fuerza internacional.
Sin embargo, las señales políticas apuntan exactamente en la dirección contraria. Este martes el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró públicamente que Israel nunca se retirará de la Franja de Gaza y que, llegado el momento, se establecerán nuevos puestos militares permanentes en el norte del territorio, en referencia directa a los antiguos asentamientos desmantelados en 2005 durante el llamado Plan de Desconexión.
Katz fue aún más explícito al afirmar que Israel permanecerá en Gaza para “proteger y prevenir” que se repitan los ataques del 7 de octubre de 2023. Aunque horas después el Ministerio de Defensa intentó matizar sus declaraciones, señalando que se trataba solo de un enfoque de seguridad.
Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel y máxima autoridad israelí sobre las colonias en Cisjordania muestra el mapa del nuevo plan de colonización.
A lo anterior, se suma la postura del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien también es el principal responsable de los asentamientos en Cisjordania, quien confirmó la instalación de 19 nuevas colonias israelíes con el objetivo explícito de impedir la creación de un Estado palestino. Según el propio Smotrich, durante los últimos tres años se han establecido 69 asentamientos, en un territorio donde ya viven más de 500 mil colonos israelíes.
Así, la anexión de Cisjordania se ha convertido en uno de los mayores obstáculos para cualquier salida negociada al conflicto. De hecho, informes recientes de la ONU indican que 2025 marcó un récord histórico en construcción de asentamientos desde que se lleva registro sistemático de esta situación.
Mientras, en Gaza, el alto al fuego es frágil y parcial. Los drones israelíes continúan sobrevolando el territorio y las tropas disparan contra civiles que consideran se acercan demasiado a la llamada “zona amarilla”. Desde el inicio de la tregua, el Ministerio de Sanidad gazatí ha confirmado más de 400 muertos y más de mil heridos.
El balance total desde octubre de 2023 supera los 70 mil 900 fallecidos, la mayoría civiles, incluyendo más de 20 mil niños y más de 171 mil heridos.La crisis humanitaria es extrema. El 75% de la población todavía enfrenta niveles críticos de inseguridad alimentaria y solo en las primeras semanas de diciembre más de 2 mil 400 niños han sido tratados por desnutrición aguda.
Gaza, niña con signos de desnutrición. Foto: X @UNRWA.
Aunque algo de ayuda logra ingresar, el 79% de los hogares depende exclusivamente de asistencia humanitaria que sigue siendo insuficiente. Las lluvias de diciembre han inundado campamentos improvisados, provocando muertes por hipotermia y aumentando el riesgo de epidemias, mientras el sistema sanitario permanece prácticamente colapsado.
En este contexto, Hamás denunció el colapso estructural de edificios bombardeados, el bloqueo a la reconstrucción y las violaciones constantes al alto al fuego. Y aunque se habla de avanzar a una segunda fase del acuerdo, sobre el terreno la realidad es la de una población atrapada entre el hambre, el frío y la incertidumbre total.
Niños bajo la lluvia en la Franja de Gaza. Foto: UNRWA.
Israel e Irán vuelven a levantar las alarmas
El drama palestino no puede entenderse aislado del segundo gran eje que atraviesa hoy Medio Oriente, la escalada regional impulsada por Israel y la creciente tensión con Irán. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dejó en claro que su país enfrenta una amenaza múltiple y simultánea, mencionando no solo a Hamás en Gaza, sino también a Hezbolá en el Líbano, a Yemen y, sobre todo, a Irán. Esta visión ha servido para justificar no solo la continuidad de la ofensiva en Gaza, sino también los continuos ataques en el sur del Líbano y la negativa a retirar fuerzas de zonas sensibles en la frontera con Siria.
Hoy, 24 de diciembre de 2025, el escenario regional está marcado por las secuelas de la llamada “Guerra de los 12 Días”, ocurrida en junio, y por una peligrosa fase de rearme y vigilancia extrema. A pesar de que existe un cese al fuego formal desde el 25 de junio, en las últimas horas la tensión ha vuelto a escalar. Irán ha realizado simulacros de lanzamiento de misiles en varias ciudades y reiteró que su capacidad defensiva no es negociable.
Por su parte, Israel advirtió que está preparado para una respuesta muy dura ante cualquier provocación y sostiene que Teherán ha logrado reconstruir gran parte de su arsenal misilístico.
Tel Aviv, la cúpula de hierro intercepta misiles iraníes. Vía X@IDF.
El factor nuclear vuelve a ocupar un lugar central. Irán inauguró nuevos sitios de enriquecimiento de uranio, lo que Israel considera una amenaza existencial que podría forzar una nueva incursión antes de 2026.
En este contexto, se espera una nueva reunión entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu para coordinar una estrategia conjunta, mientras Irán avanza en una guerra psicológica y comunicacional destinada a demostrar que puede burlar los sistemas de defensa más avanzados.
No estamos ante una paz real, sino ante una tregua armada, un período de acumulación de fuerzas y máxima desconfianza.
Al mismo tiempo, el foco internacional se desplaza hacia el riesgo de una confrontación directa entre Israel e Irán, Gaza queda como telón de fondo permanente, más de 2 millones de personas intentando sobrevivir a las secuelas de una ofensiva devastadora, mientras en Cisjordania la anexión avanza y la violencia de los colonos se intensifica. Un cierre de año marcado por la ausencia de soluciones y por la certeza de que, en Medio Oriente, el conflicto sigue lejos de terminar.