Maratón Guadalupe – Reyes: el costo oculto del desperdicio de alimentos
En México, la frase “ya viene el maratón Guadalupe-Reyes”, lo primero que nos viene a la mente es la convivencia, abundancia y una lista interminable de los platillos tradicionales que vamos a compartir con familiares, amistades y colegas. Para muchas familias, esta temporada implica celebrar, compartir y en gran medida, gastar.
De acuerdo con estimaciones de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), organizar una reunión o cena navideña para una familia de 10 a 15 personas representa un gasto entre 12 mil y 15 mil pesos. Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), estima que las familias mexicanas gastan más de 19 mil pesos en comida, decoraciones y regalos navideños.
Pero detrás de esta derrama económica y del consumo, existe un fenómeno que rara vez se coloca en el centro de la conversación, el incremento del desperdicio de alimentos, un tema con implicaciones económicas, sociales y ambientales.
Las estimaciones más citadas, desarrolladas por el Dr. Genaro Aguilar (IPN) a partir del estudio del Banco Mundial (2017) y otros análisis especializados, indican que México pierde o desperdicia entre 20 y 30 millones de toneladas de alimentos al año. Esto equivale a desechar uno de cada tres kilos producidos para el consumo humano, una problemática estructural con impactos económicos, sociales y ambientales cada vez más visibles.
La situación cobra particular importancia en un país con presiones crecientes sobre sus recursos naturales, como suelos degradados, pérdida de biodiversidad, estrés hídrico, expansión agrícola innecesaria, contaminación por desechos orgánicos, gases efectos invernadero y variabilidad climática, donde producir y preparar alimentos que no se van a consumir implican un desperdicio doble: de alimentos y de los recursos necesarios para generarlos.
El año pasado, la Red de Bancos de Alimentos de México (Red BAMX), Pacto por la Comida y la consultoría Soluciones Integrales para la Problemática Ambiental (SIPRA), realizaron uno de los estudios más amplios en hogares mexicanos. En donde participaron más de 900 hogares de seis ciudades del país —Cancún, Guadalajara, La Paz, Monterrey, Puebla y Tuxtla Gutiérrez — participaron proporcionando información detallada que permitió medir cuánto y qué se desperdicia en los hogares mexicanos.
Los hallazgos fueron reveladores: cada persona estaría tirando en promedio 80 kilos de alimentos por año, lo que representa alrededor de 10 millones de toneladas de productos no aprovechados anualmente, los alimentos que más se desperdiciaron fueron frutas, verduras, pan, harinas y tortillas.
Este patrón revela una clara oportunidad también para el sector privado. Existe un segmento creciente de consumidores dispuestos a adoptar prácticas más responsables, pero que requieren productos, servicios y mensajes que faciliten ese cambio. Las empresas pueden posicionarse como aliadas de los consumidores, especialmente durante una temporada de alto gasto y desperdicio.
Empresas del sector autoservicio, alimentos y hospitalidad pueden innovar mediante empaques, mensajes que acompañen campañas, como #EnMéxicoLaComidaNoSeTira, porciones adecuadas, promociones que no incentiven el sobreconsumo y programas para donar sus excedentes. Estas acciones no solo reducen mermas y costos, también fortalecen la reputación corporativa y responden a estándares ESG —criterios ambientales, sociales y de gobernanza que guían las decisiones de inversión y la evaluación del desempeño sostenible—, cada vez más relevantes para inversionistas y consumidores.
Más que una temporada de excesos, Guadalupe–Reyes puede ser el inicio de una forma más equilibrada de consumir y de relacionarnos con los alimentos. Las familias buscan aprovechar mejor lo que compran, así como ahorrar, mientras que las empresas tienen la oportunidad de diferenciarse con prácticas que reduzcan el desperdicio y fortalezcan la confianza. Cuando ambos esfuerzos coinciden, la cadena alimentaria funciona mejor, se reduce la presión sobre los recursos y se abre paso a un consumo más eficiente y consciente.
Acerca de la Red BAMX
La Red Nacional de Bancos de Alimentos en México (Red BAMX) es una asociación civil sin fines de lucro con más de 30 años de trayectoria. Agrupa a más de 60 Bancos de Alimentos en el país, con la misión de combatir el hambre y mejorar la nutrición. Rescata alimentos en toda la cadena de valor para distribuirlos entre poblaciones vulnerables bajo estrictos estándares de calidad y manejo logístico. Además, es miembro fundador de The Global Foodbanking Network.