La ya mermada reputación de Nicki Minaj, rapera que ha protagonizado todo tipo de escándalos y polémicas, está sufriendo otro duro golpe estos días después de su rajada en favor de Donald Trump y en contra del colectivo trans en la conferencia ultraconservadora Turning Point Estados Unidos celebrada el pasado domingo 21 de diciembre, donde se homenajeaba a Charlie Kirk y que organizaba la viuda del activista ultra. «Si naces como hombre, sé un hombre. No hay nada de malo en ello», declaró la cantante durante su charla con Erika Kirk, que aplaudía y decía «amén» ante cada una de sus afirmaciones. La rapera hablo de una supuesta presión a las personas y menores cis para que estos sean trans, insinuando que hay una campaña detrás: «¿Cómo de poderoso es eso? ¿Cómo de profundo? Los chicos serán chicos, y no pasa nada», exclamó ante la ovación de Erika Kirk. Minaj también dedicó innumerables halagos al presidente Donald Trump, al que declaró abiertamente su «respeto y admiración», calificándolo como un «ejemplo a seguir» y asegurando estar «muy orgullosa» de las cosas que se están haciendo desde la Casa Blanca, cuyas redes sociales compartieron enseguida las palabras de la rapera. «Le está dando a la gente esperanza, de poder ser 'los chicos malos', ganar y conseguirlo con la cabeza alta y la integridad alta. Esta administración está llena de personas con corazón y alma», aseguró Minaj. «Estoy muy orgullosa de ellos y los dos, tanto Trump como JD Vance, son personas confiables, que los escuchas hablar y da la sensación de que no han perdido la visión cercana de la ciudadanía, de los jóvenes, de los que son ricos y los que no lo son tanto. Nos hacen sentir orgullosos de ser estadounidenses». Durante el encuentro, Minaj calificó a los simpatizantes del movimiento MAGA como «los populares», despreciando a sus opositores. «Ni siquiera pensamos en ellos», afirmó entre aplauso. Nosotros somos los chicos cool. Los otros están molestos, pero en realidad están molestos consigo mismos ». Sin embargo, sí demostró pensar en ellos al afirmar que la gente no religiosa no debería hacer política: «No podemos dejar que personas que tienen problemas con nuestra adoración a Dios estén en el poder». La respuesta del mundo del pop no se ha hecho esperar, y ya son miles los mensajes en redes sociales que critican esta postura tan agresiva con el colectivo trans. «Imagina ser trinitense, no poder votar siquiera y ponerte del lado del hombre que te deportaría de regreso a Puerto España» o «ser partidario de Trump sabiendo que el 80% de tu base de seguidores son homosexuales es definitivamente una sabia elección», dicen dos de ellos. Pero no solo eso: varias estrellas como Rosalía, Britney Spears, Billie Eilish o Christina Aguilera , todas ellas firmes defensoras de los derechos LGBTIQ+, han dejado de seguir a Minaj en redes o incluso la han bloqueado. Sólo la cantante y modelo Amber Rose, amiga de Minaj y declarada trumpista, ha salido a defenderla públicamente diciendo que «tiene derecho a tener sus propias opiniones políticas en un país libre», añadiendo: «En lo que a mí respecta, Nicki no ha hecho nada malo». La propia Minaj ha reaccionado a las críticas compartiendo un vídeo con un fragmento de su charla con la viuda de Charlie Kirk, en el que ésta le pregunta: «Sé que estás recibiendo muchas críticas de tu propia industria por relacionarte con personas de ámbito republicano. ¿Cuál es tu reacción?», preguntó Erika, a lo que Nicki respondió: «No me he dado ni cuenta». Para reforzar su postura, Minaj incluyó el siguiente comentario al video: «No tenía ni idea. Sigo adelante». No es la primera vez que Minaj muestra abiertamente su transfobia, ya que hace unos días respondió al discurso del gobernador de California Gavin Newsom a favor de los niños trans con estas frases: «Imagínense ser el candidato que quiere ver niños trans. Jaja. Ni siquiera un adulto trans se postularía con eso. Los adultos normales despiertan y creen que quieren ver niños sanos, seguros y felices». Nicki Minaj ha protagonizado muchas otras polémicas. El año pasado fue arrestada en el aeropuerto de Amsterdam por posesión de drogas, y en 2021, ella y su marido, Kenneth Petty, fueron acusados de acoso e intimidación por una mujer a la que el ejecutivo musical había intentado violar a punta de cuchillo en 1994. La mujer, llamada Jennifer Hough y de 43 años de edad, denunció a Petty por asaltarla sexualmente e intentar violarla portando un arma blanca cuando tenía 16 años en Nueva York. El músico fue arrestado, se declaró culpable de intento de violación y cumplió una condena de cuatro años y medio de prisión. Pero más de dos décadas después de que se produjera la agresión, la víctima acusó a Minaj de ponerse en contacto con su familia y mentir en las redes sociales sobre lo ocurrido. La demanda fue desestimada en 2023, pero un recurso ha vuelto a reactivarla el pasado verano.
