La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha vuelto a demostrar su doble rasero en la defensa del descanso de los jugadores. El sindicato ha alzado la voz exigiendo que se respeten las 72 horas entre partidos, pero
cuando la Real Sociedad y el Betis sufrieron situaciones similares esta temporada, la AFE guardó silencio. Su posicionamiento actual, marcado por la defensa de los intereses de los grandes, deja en evidencia su falta de coherencia.
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