Reus: Despidiendo la temporada de calçots
La llegada de la primavera es sinónimo de calçotada
y vermut en la histórica ciudad de Reus, una tradición que rinde
culto a la unión familiar y es fácil de disfrutar en un fin de semana
o en 48 horas. Aunque estamos justo al final de temporada de esta
costumbre, Reus nos invita a no perdernos la ocasión para vivir la calçotada
en su punto más álgido y aprovechar la visita para conocer la increíble oferta
gastronómica de la región.
Ubicado en la conocida Costa Daurada, en la provincia
de Tarragona (Cataluña), Reus es la cuna del Modernismo,
la Capital del Vermut y uno de los epicentros culturales de la
región, donde los sabores vinculados a la tierra cobran especial
relevancia.
Modernismo y vermut
Reus es una ciudad con gran relevancia histórica y
cultural, destacando especialmente durante su época de esplendor a finales
del siglo XIX y principios del XX, conocida como Reus 1900.
Gracias a la bonanza económica derivada del vino, el aguardiente y el
comercio textil, se construyeron importantes edificios modernistas
como la Casa Navàs, el Teatro Fortuny, la Casa Rull y el Institut Pere Mata.
Además, Reus es reconocida por su tradición en la producción de vermut, industria que impulsó su economía y fama, reflejada en la expresión «Reus-París-Londres», que destacaba su influencia en el mercado del aguardiente. En esta línea, el vermut es un imprescindible en la ecuación desde el siglo XIX, por lo que hoy la «Ruta del Vermut» en Reus es un itinerario que sorprenderá gratamente. A través de las bodegas emblemáticas, como la reconocida Casa Vermouth Padró, conoceremos a fondo los secretos de este brebaje con más de 200 hierbas en su composición. Este tipo de visitas guiadas no solo será un momento de aprendizaje, sino también un regalo sensorial, donde los olores de cada esencia nos transportarán a una fábrica de perfumes que no es nada más que una bodega legendaria.
En la zona también encontraremos el Museo del Vermut,
un espacio que cuenta con más de 6.500 artículos y objetos de
colección de más de 2.000 marcas elaboradas en 57 países,
convirtiéndose en un verdadero templo dedicado a esta bebida.
Después de probar los elixires líquidos de la zona, es momento de degustar y conocer a fondo la auténtica calçotada. Una opción recomendada para los turistas y primerizos es visitar el Fortí del Rourell, un castillo-palacio del siglo XII ubicado cerca de Reus, donde ofrecen una experiencia completa: visita guiada, calçotada tradicional y menú degustación con productos de la zona. Pero, ¿qué son los calçots y en qué consiste esta tradición? La historia nos cuenta que los calçots se originaron en Valls, una localidad situada a 25 km de Reus, y son una variedad de cebolla tierna y alargada que se asa a la brasa, se envuelve en papel de periódico y se come con las manos, mojándola en la famosa salsa romesco. Por su parte, la calçotada es, en términos generales, una comida en grupo donde el protagonista es el calçot, junto a las carnes a la brasa y salsas de acompañamiento. La cercanía entre estas localidades hizo que las calçotadas se convirtieran en una celebración común para los catalanes, quienes comparten este momento con amigos y familiares, creando recuerdos y lazos duraderos. Esta área destaca por la calidad de sus calçots con Indicación Geográfica Protegida (IGP).
El lujo sigiloso
Reus es un destino con encanto sigiloso, cuyo
atractivo reposa más bien en la autenticidad y la sencillez, sin
embargo, hay quienes han apostado por ofrecer también un turismo de lujo
en la zona.
Restaurantes como Ferrán Cerro Restaurant, son un gran acierto en el descubrimiento de Reus. Su propuesta vanguardista, potenciada con los productos locales, lo ha llevado a ser distinguido con diferentes y merecidos premios. Asimismo, para cerrar con broche de oro una jornada de intenso descubrimiento, una opción ideal es descansar en el Hotel Gran Claustre. Ubicado en la histórica «La Vila Closa» de Altafulla, este hotel nos regalará placer absoluto en sus acogedoras habitaciones con vistas infinitas, dentro de una arquitectura del siglo XVIII. Además de todas sus opciones de bienestar como spa y piscina, cuenta también con un restaurante espléndido, «Bruixes de Burriac». El espacio culinario, dirigido por Jaume Drudis y presente en la Guía Michelin, ofrece una cocina de proximidad que resalta los ingredientes locales y los sabores de temporada. Si alguien tenía alguna duda, aquí también hay vermut y calçot, pero se sirven en platos y presentaciones gourmet. Con esto, queda claro que en Reus la oferta turística y gastronómica es amplia y se adapta a todo tipo de viajeros.