A menudo, se pinta a la Inteligencia Artificial (IA) como una amenaza inminente, capaz de esclavizar a la humanidad. Sin embargo, esta visión apocalíptica dista mucho de la realidad actual. Al menos por ahora.
Si bien es cierto que deben abordarse los desafíos que plantea la IA, también es importante reconocer sus enormes beneficios: ya está automatizando tareas repetitivas, mejorando la eficiencia y liberando a los humanos para que se enfoquen en trabajos más creativos y estratégicos.
En lugar de temerle, hay que trabajar para aprovechar su potencial de manera responsable
No obstante, la IA no sirve para todo. A pesar de los avances impresionantes, la actual, especialmente la disponible de forma gratuita, aún tiene limitaciones significativas.
Aunque estas herramientas puedan generar resultados sorprendentes, es importante recordar que están lejos de igualar la complejidad y versatilidad de la mente humana. Como señala Ned Block, destacado filósofo y neurocientífico de la Universidad de Nueva York, estas IA no son más que sofisticadas herramientas, y no deben confundirse con verdaderas inteligencias.
Y es que como explicó en el podcast de Robinson Erhardt, donde discuten sobre conciencia, IA y filosofía de la mente, el profesor demostró que ChatGPT realmente no es tan inteligente como se pensaba.
Para ello , según reseñó el portal El Economista, usó un ejemplo sencillo pero muy visual que demuestra que las IA generativas por ahora tan solo son capaces de copiar lo que ven y no tienen ese nivel de conciencia que podemos pensar que tienen.
«Pregúntale a ChatGPT que te haga un dibujo de varios relojes marcando las 12:03, para que las manillas de tanto las horas como de los segundos estén pegadas» explicó Block. La IA generará la imagen, pero lo que recibirás va a ser las manillas del reloj marcando las 10:10, lo mismo ocurre si le pides que te cree una imagen que marque las 6:28 (de nuevo las manillas están muy cerca), los relojes que te aparecerán estarán marcando las 10:10.
«La razón de ello es que si te fijas en las imágenes de los relojes en Internet y los anuncios, hay un claro dominio de ejemplos marcando las 10:10, ya que visualmente es la imagen más atractiva y por motivos de marketing todos salen marcando esa hora».
ChatGPT copia de internet para dar resultados. Por eso, no son tan inteligentes como se pintan
De esta manera, queda demostrado que ChatGPT, en este caso, copia de internet para dar resultados. Es decir, no son tan inteligentes como se pintan.
El profesor Block asegura todo el mundo dentro de OpenAI es consciente de ello y que aunque lo hayan intentado no han logrado corregir este error.
Este no es el único error, ya que existen cientos de ejemplos más que demuestran que la IA está lejos de ser perfecta. Por ejemplo, tampoco generan imágenes de personas escribiendo con la mano izquierda; aunque se pida, devolverá la imagen de la persona escribiendo con la derecha.
La entrada ¿ChatGPT tiene un talón de Aquiles? Este error cuestiona su IA se publicó primero en EL NACIONAL.
