Las negociaciones indirectas entre Israel y el movimiento palestino Hamás se reanudaron el fin de semana pasado en Catar, centradas principalmente en la liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, afirmó el miércoles que un acuerdo estaba "muy cerca", aunque persisten varios puntos de bloqueo.
Ya se habían realizado negociaciones en diciembre en Doha, pero tanto Hamás como Israel se acusaron mutuamente de bloquear las conversaciones.
A principios de enero el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu autorizó a los negociadores israelíes a continuar las discusiones para lograr la liberación de los rehenes en Gaza.
Los temas de las negociaciones incluyen cómo detener los combates, con un posible intercambio de personas secuestradas durante el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel y prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
Hamás también exige la entrada masiva de ayuda humanitaria, que los gazatíes desplazados por la guerra puedan regresar a sus hogares, la retirada de las tropas israelíes y la reapertura de los pasos fronterizos entre Gaza y el exterior.
Por su parte Netanyahu excluye un retiro completo de las tropas de Gaza y reitera que Israel no aceptará que Hamás gobierne el territorio palestino después de la guerra.
Frente a las exigencias contradictorias, "hay un acuerdo preliminar para posponer el debate sobre estas cuestiones", dijo un alto responsable de Hamás a la AFP, indicando que los mediadores (Egipto y Catar) propusieron posponer las discusiones sobre los puntos conflictivos para una fase posterior de las negociaciones.
Netanyahu "parece estar más dispuesto a llegar a un acuerdo", señala Mairav Zonszein, especialista en Israel para el International Crisis Group (ICG). Esto se debe a que amplió la coalición que apoya su gobierno y se siente menos amenazado por los ministros de extrema derecha que juraron abandonar el gobierno si se llega a un acuerdo en Gaza.
Por primera vez Hamás afirmó estar dispuesto a liberar a 34 de los 95 rehenes que mantiene en Gaza durante la "primera fase" de un acuerdo con Israel, detallando que se trata de "todas las mujeres, los enfermos, los niños y las personas mayores".
También explicó necesitar "una semana de calma" para identificar quiénes están vivos o muertos. Israel respondió que Hamás sabe quién está muerto o vivo entre esos 34 rehenes.
Aunque el gobierno israelí descartó una tregua de varias semanas para permitir este intercambio de prisioneros y rehenes, estas recientes declaraciones de Hamás son inéditas desde que comenzaron las negociaciones.
"Las negociaciones son difíciles y complejas", declaró un alto responsable de Hamás cercano a las negociaciones. Uno de los principales puntos de discordia es la duración del alto el fuego y las garantías para la implementación del acuerdo.
Otro obstáculo es la gobernanza de Gaza después de la guerra, tema muy controvertido incluso dentro de la dirección palestina.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos intensos bajo la mediación de países como Estados Unidos, no se alcanzó ninguna tregua en Gaza desde la última de una semana, a finales de noviembre de 2023, que permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.
"Mientras Hamás siga insistiendo en exigir el fin de la guerra como requisito previo, garantizado por EEUU y los países árabes, no habrá avances, porque Israel no aceptará un compromiso de ese tipo", indicó Kobi Michael, investigador del Instituto Misgav, un centro de reflexión israelí.
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