El Servicio de Impuestos Internos (IRS) continúa promoviendo las Cuentas de Gastos Flexibles (FSA) como una herramienta clave para reducir costos médicos y fiscales en Estados Unidos. Estas cuentas permiten a los trabajadores destinar dinero libre de impuestos a gastos relacionados con la salud, una ventaja que puede marcar una gran diferencia para muchas familias.
En 2025, el límite de contribución subirá a US$3.300 por empleado, según el IRS. Sin embargo, es importante planificar estratégicamente para evitar perder fondos no utilizados, ya que algunas empresas permiten transferir hasta US$660 al siguiente año o establecen períodos de gracia.
El uso de los dólares FSA está destinado a cubrir una amplia variedad de productos y servicios médicos necesarios. Entre los artículos elegibles se encuentran:
Este beneficio fiscal permite a los empleados acceder a artículos esenciales para la salud sin afectar su ingreso imponible, siempre que se respeten las categorías definidas por el IRS.
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El mayor atractivo de las FSA es su capacidad para reducir los impuestos federales, estatales y sobre la nómina, ya que las contribuciones se realizan antes de las deducciones fiscales. Esto no solo disminuye el ingreso imponible, sino que también permite un ahorro considerable a largo plazo.
Para aprovechar al máximo tu FSA en 2025:
Mantente informado sobre los cambios anuales en límites y productos cubiertos para garantizar que no dejes pasar esta oportunidad de ahorro.