El despliegue de tropas occidentales en Ucrania contribuiría a "forzar a Rusia" a firmar "la paz", consideró este jueves el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmando que el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca supondrá un "período de oportunidades".
En las últimas semanas aumentan los rumores sobre eventuales diálogos de paz, cuando están a punto de cumplirse tres años desde que Rusia invadió Ucrania, y después de que Trump prometiera que pondría fin a la guerra rápidamente.
Las cancillerías europeas y la estadounidense la posibilidad de enviar un contingente militar a Ucrania que se encargue del mantenimiento de un hipotético alto al fuego.
"El despliegue de contingentes de socios es uno de los mejores instrumentos para forzar a Rusia a la paz", declaró Zelenski durante una reunión en la base militar estadounidense de Ramstein, en el oeste de Alemania, en la que participaron los principales aliados de Kiev.
Pero Rusia rechaza esa hipótesis, tachándola de "prematura".
Zelenski también subrayó que con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero un "nuevo capítulo se abre para Europa".
"Tendremos que cooperar más, contar aún más unos con otros, y obtener juntos resultados más importantes", señaló el mandatario Ucraniano. "Considero este período como uno de oportunidades", afirmó.
Las fuerzas rusas y ucranianas están librando intensos combates, buscando consolidar sus posiciones antes de la toma de posesión de Trump, quien critica a los aliados de la OTAN por gastar poco dinero en defensa compartida.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, subrayó la importancia de ayudar a Ucrania a alcanzar una posición de fortaleza antes de cualquier posible alto el fuego.
Zelenski se encuentra en Alemania para reunirse con los principales aliados de Ucrania, en momentos en que las fuerzas de Kiev están perdiendo terreno en el frente del este y de temor por si Estados Unidos decide disminuir su apoyo tras la llegada al poder de Trump.
El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, anunció en Ramstein una nueva ayuda militar para Ucrania de unos 500 millones de dólares y el envío de 30.000 drones.
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