El hijo quiere mucho a sus padres, mas no tanto como los padres a ellos. Por lo general, el hijo abandona a sus padres en libertad en busca de su destino, y así formar su hogar con la mujer de su sueño, a fin tener una felicidad diferente y poder reproducirse, deseando ser en su nuevo núcleo familiar como lo fueron sus padres, y si regresan es ante una obligación o necesidad ineludible.