Quedan apenas unas semanas para que Donald Trump tome posesión por segunda vez como presidente de Estados Unidos. Será el próximo 20 de enero cuando el republicano vuelva a la Casa Blanca envuelto de nuevo en polémicas, en esta ocasión a raíz de sus comentarios sobre política exterior. En las últimas semanas, se ha podido escuchar al magnate hablar de sus intenciones de incorporar Canadá y Groenlandia a Estados Unidos, además de hacerse con el control del estratégico del Canal de Panamá.
De hecho, el pasado el martes llegó a insinuar durante una rueda de prensa celebrada en su residencia de Mar-a-Lago, que no descartaría utilizar medidas militares o económicas para hacerse con el control de estas posiciones estratégicas. Palabras que no han sido bien recibidas por los gobiernos aludidos, que en múltiples ocasiones han mostrado de forma pública su rechazo a los planes expansionistas del presidente.
Durante la controvertida rueda de prensa, Donald Trump también aprovechó para desvelar su intención de rebautizar el golfo de México, una cuenca oceánica de aproximadamente 1,5 kilómetros cuadrados, que salpica las costas de México, Estados Unidos y Cuba. De esta forma, el magnate aseguró: "Vamos a cambiar el nombre del golfo de México por el de golfo de América, que tiene un hermoso contorno y abarca mucho territorio (...) El golfo de América. Qué nombre tan hermoso y apropiado".
No es ningún secreto que Trump siente cierta animadversión por su país vecino, al que a menudo ha culpado de no tomar las medidas apropiadas para luchar contra la llegada de migrantes o drogas a Estados Unidos. Durante su primer mandato llevó a cabo de manera parcial su plan estrella de construir un muro en la frontera que comparten, y ante su inminente vuelta al poder, no parece que planee bajar el tono contra el gobierno mexicano. Con esta propuesta estaría buscando dar un nuevo golpe en la mesa, aunque que se lleve a cabo no dependería exclusivamente de él.
Según recoge AP, la decisión podría corresponder la Organización Hidrográfica Internacional, a la que pertenecen Estados Unidos y México, y que está encargada de la revisión e incluso denominación de las masas de agua navegables, sin embargo, como apunta el medio mencionado, hay excepciones. Puede darse que distintos países a nivel nacional se refieran a un punto de forma diferente, y también existen antecedes de gobiernos, entre los que se encuentra Estados Unidos, que han cambiado la denominación de un accidente geográfico, no obstante el proceso es mucho más sencillo si se encuentra entre sus fronteras. En el caso del golfo del México, si bien en Estados Unidos en ocasiones se refieren al mismo como "la tercera costa", al bañar hasta a cinco estados del país, esta última condición no se cumple.