La afiliación al Régimen Especial de Trabajador Autónomo (RETA) cerró el año 2024 con 3.381.591 de afiliados, lo que constituye el mejor dato de los últimos seis años -desde 2019 se han ganado 114.163 activos. Pero la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), pese a celebrar que se hayan roto "todos los récords" de afiliación, recuerda que "nos encontramos con que el principal sector para el colectivo", que es el comercio, ha cerrado "un annus horribilis" con la pérdida de 9.000 pequeños negocios, uno de los peores datos del último decenio, que se traduce una pérdida de 25 comercios al día en este año. Solo en el mes de diciembre, mes de alto consumo en el Comercio, se han perdido 1.748 comercios, 56 al día.
Una crisis de este sector que no debe ocultar otros buenos datos, como que el 17,3% de total de afiliados pertenece a sectores de alta cualificación, como educación, sanidad, y actividades profesionales, científicas y técnicas, lo que representa más de 585.500 trabajadores autónomos. En concreto, en la última década estas actividades han experimentado un crecimiento del 33% entre los trabajadores por cuenta propia, dado que en 2015 contaban con 439.625 afiliados, lo que ha sido "clave" para el crecimiento sostenido de la afiliación al RETA. Por su parte, sectores como la construcción y el transporte también han registrado aumentos en 2024, con 6.188 y 5.390 nuevos afiliados, respectivamente. A lo largo de los últimos 10 años, la construcción ha crecido un 14,05% y el transporte un 11,9%.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, señala que el cambio de modelo en el trabajo autónomo es "evidente", reflejándose en la progresiva salida de autónomos de los sectores tradicionales desde 2015, aunque advierte de que el comercio ha perdido casi 100.000 autónomos, la hostelería ha reducido su afiliación en 7.000, la industria manufacturera en 28.000, y la agricultura en 11.500 en los últimos 10 años. También alerta sobre que este giro en el modelo productivo del trabajo por cuenta propia "no se transforme en la vulneración de los derechos de miles de autónomos económicamente dependientes y, que no se generalice la proliferación de falsos autónomos".
Abad recuerda también que debe evitarse "'glovolizar' el trabajo autónomo" porque los que necesitamos son "profesionales autónomos cualificados, digitalizados, que sean capaces de adaptarse a las exigencias del mercado, que mejoren su formación y, con ello, sus competencias".
