Ryanair lanza una ofensiva para atajar el "inaceptable" comportamiento de algunos pasajeros que viajan a bordo de sus aviones. La aerolínea líder de Europa por número de pasajeros informó este miércoles de que ha presentado una demanda civil ante el Tribunal de Circuito de Irlanda contra un pasajero que provocó un altercado en un vuelo y al que reclama 15.000 euros por daños y perjuicios. Este no será un caso aislado. La compañía irlandesa de bajo coste avisa: a partir de ahora emprenderá acciones legales contra los pasajeros conflictivos como parte de su política de "tolerancia cero".
La aerolínea pide en este caso una compensación de 15.000 euros al individuo cuyo comportamiento "inexcusable" a bordo de un vuelo entre Dublín y Lanzarote (España) obligó a la tripulación a desviar el avión a Oporto (Portugal) en abril de 2023. La cantidad de dinero reclamada se calcula en función del coste del alojamiento y gastos de los pasajeros y por los costes de aterrizaje.
El suceso, señaló, mantuvo durante "toda la noche" en el aeropuerto luso a 160 pasajeros que sufrieron "trastornos innecesarios, así como la pérdida de un día completo de sus vacaciones". "Es inaceptable que los pasajeros, muchos de los cuales viajan con la familia o los amigos para disfrutar de unas relajantes vacaciones de verano, sufran interrupciones innecesarias y una reducción del tiempo de vacaciones como consecuencia del comportamiento de un pasajero indisciplinado", señala un portavoz de Ryanair.
Ryanair confía en que esta acción disuada a futuros usuarios de adoptar malas conductas en los vuelos para que los pasajeros y la tripulación puedan viajar en un entorno cómodo y respetuoso. No obstante, no es la única medida que propone Ryanair.
Su consejero delegado, Michael O'Leary, ya planteó el pasado agosto la posibilidad de que los pasajeros solo puedan consumir dos bebidas alcohólicas en los aeropuertos para evitar incidentes antes y durante los vuelos, que son más comunes en rutas a destinos vacacionales.
En su opinión, las autoridades aeroportuarias deberían imponer un límite de dos bebidas alcohólicas por cada tarjeta de embarque para atajar el riesgo de altercados, que también aumenta, dijo, con los retrasos que afectan a algunos aeropuertos, con más tiempo de espera para consumir.
