En los últimos años, Bad Bunny —la superestrella global del reguetón y el trap latino cuyo asombroso éxito ha rehecho el panorama de la música en español— ha conquistado el mundo. Tres álbumes en la lista Billboard. Uno de los artistas principales en Coachella. El título de artista más escuchado en emisión en continuo o streaming del planeta. Una floreciente carrera como actor (y luchador). Un interés creciente por parte de los paparazzi en sus aventuras románticas extracurriculares.Y, sin embargo, todo su éxito lo dejó desvinculado del lugar que lo originó: Puerto Rico, donde nació, creció y vivió hasta 2023, cuando se mudó para pasar una larga temporada en Los Ángeles y Nueva York.Debí tirar más fotos, que incluye 17 temas repletos de instrumentos en vivo, se grabó íntegramente en Puerto Rico y cuenta con una serie de jóvenes colaboradores que representan una variedad de estilos de su tierra natal que se remontan a varias generaciones: el urbano de la cantante RaiNao (“Perfumito Nuevo”); reguetón y trap latino de Omar Courtz y DeiV (“Veldá”); y ritmos tradicionales como la plena y la bomba de Pleneros de la Cresta (“Café Con Ron”) y el joven grupo Chuwi (“Weltita”).“Cada uno de ellos es puertorriqueño y está ahí por una razón”, dijo Bad Bunny, de 30 años, en una entrevista a finales de diciembre, antes del lanzamiento del álbum el pasado domingo. Durante su viaje por el mundo, añadió: “Cuando los escuchaba, me sentía como si estuviera allí, en Santurce, pasando el rato”.En una aparición en Popcast, el pódcast musical de The New York Times, Bad Bunny habló de su camino hasta Debí tirar más fotos, incluyendo cómo la vida bajo el foco de atención de las celebridades en Los Ángeles lo llevó de regreso a casa, literal y musicalmente; cómo su toma de riesgos creativos ha inspirado a músicos de habla hispana de todo el mundo, en una variedad de escenarios; y si importa si puedes entender todas las palabras de sus canciones.Estos son extractos editados de la conversación entre Jon Caramanica y Bad Bunny:Acabas de presentar tu nuevo álbum, que has calificado como “el más puertorriqueño”. ¿Qué intentas conseguir con este disco?Se llama Debí tirar más fotos; antes las fotos eran algo muy especial, hoy se toman de todo. Y puede que a veces no quiera una foto con alguien por muchas razones: a lo mejor no estoy de mi mejor humor; a veces siento que tal vez esa persona no es un verdadero admirador. Y también porque quizá no es un momento especial para mí.Pero para ellos, tal vez lo sea y la persona quiera guardar ese momento. Así que ese es el significado del título: deberías apreciar más los momentos y a las personas. No es una disculpa, es más bien un recordatorio para mí mismo.Este álbum trata del Puerto Rico actual, pero también de los sonidos de hace 20, 40, 60 años. ¿En qué momento te diste cuenta de que necesitabas volver a conectar?Cuando estás lejos, a veces puedes ver mejor, apreciar más las cosas. Todos los temas del álbum son de artistas que solía escuchar cuando estaba en Los Ángeles o de gira. Y fue especial porque puedes sentirte cerca de casa a través de la música. Ese es uno de los propósitos de este proyecto.En los primeros años de tu éxito, ¿pensabas que mientras más lejos estuvieras de Puerto Rico, te iría mejor?Creo que es algo que la industria intenta meterte en la cabeza, que necesitas estar en todo el mundo. Y lo entiendo porque Puerto Rico es una isla muy pequeña. Tal vez un artista de México podría tener éxito solo en México; lo mismo con Brasil. Yo siempre supe que podía ser grande y tener éxito siendo puertorriqueño, con mi música, con mi jerga y con mi cultura. Así que trabajaba para alcanzar la mayor cantidad de lugares, y al mismo tiempo manteniendo mi esencia, mis raíces.Todos los ritmos son puertorriqueños, como con la plena, uno de los ritmos más antiguos de la isla. “Debí tirar más fotos”, la canción que da título al disco, es como una nueva plena. Es un ritmo muy rico para crear y explorar, incluso en la música pop convencional.Esto es algo que hemos visto en los últimos años: Rosalía con el flamenco, jóvenes artistas mexicanos con corridos tumbados, incluso merengue y bachata. ¿Sentías que había sonidos puertorriqueños que estaban maduros para modernizarse?Sí. Esto no es como un ritmo nuevo, es muy antiguo, solo que suena nuevo y diferente porque lo estoy haciendo yo con mi voz, mi estilo, mi flow. A veces los jóvenes pueden pensar, y yo lo pensaba cuando era niño, que este tipo de música es para viejos, que es la música de mi abuelita o de mi abuelo; cuando creces, empiezas a apreciarla y a entenderla más. Y al mismo tiempo, solo quiero que sepan que se puede hacer de una manera muy cool, a tu estilo. No tienes que hacer lo mismo que hacían los viejos artistas en el pasado, puedes hacerlo con un nuevo sentimiento, con una nueva jerga, con un nuevo todo. No hay reglas.Fuiste el primer artista importante que colaboró en corridos tumbados, con Natanael Cano en “Soy el diablo”. ¿Cómo sigues de cerca esa escena?Siempre he creído en la música latina, no solo en mi género. Me impresionó que esta canción que me gustaba mucho y sonaba fresca y nueva fuera un ritmo tradicional y lo hiciera este muchacho. Estoy muy orgulloso de todo este movimiento de corridos tumbados. No soy mexicano, pero puedo sentir cómo ellos están orgullosos.Todos los países de América Latina pueden hacer lo mismo con sus ritmos, como Colombia con la cumbia.La instrumentación en vivo de este álbum realmente destaca. ¿Dónde se grabó?Todo en Puerto Rico; las canciones de salsa están hechas por muchachos de la Escuela Libre de Música. Todos tienen 18, 19, 21 años, jóvenes con mucha pasión y energía. Porque la gente piensa que todos los jóvenes hacen reguetón. No, hay muchos grandes músicos, jóvenes, que solo están esperando por la oportunidad.¿Sentiste que ahora, en esta etapa de tu carrera, tenías la plataforma para llevarlos contigo? Si hubieras hecho este proyecto hace cinco años…No hubiera sido lo mismo. Me he estado diciendo: ¿cuál es el propósito de que yo esté aquí, en esta posición? ¿Qué es lo siguiente? Te mueres y ya está. He sido el artista con más streaming, ¿y qué? Debería hacer algo que pueda dejar una semilla, el propósito es ese: darle la oportunidad a jóvenes, darle la exposición a jóvenes músicos, artistas, al ritmo de Puerto Rico, a mi cultura.Y fue una experiencia muy agradable crear esta canción con esta gente porque trabajamos juntos en el estudio. Lo mejor fue que todos ellos eran muy humildes, tenían mucho talento y eran muy apasionados. No había egos. Me sentí bien al relacionarme más con ellos que con cualquier otra gran estrella que haya conocido antes.En Coachella en 2023, trajiste a José Feliciano. Me pregunto, cuando piensas en la música puertorriqueña de los años 70 y 80, ¿qué hay en común con lo que tú haces?Cuando escuchas de verdad la música de entonces, es lo mismo. La gente dice que la música de antes era diferente. Y en cierto modo es verdad. Pero cuando escuchas las letras y las historias, es lo mismo. He estado escuchando mucho a Chuíto, el de Bayamón, un artista de Puerto Rico de los años 40 y 50 de música jíbara, típica, y todas las canciones tratan de cosas con las que me puedo identificar. ¿Está cantando sobre esto? Yo estaba viviendo eso hace dos semanas.Justo antes de las elecciones estadounidenses en un mitin de Trump en el Madison Square Garden, el comediante Tony Hinchcliffe hace comentarios despectivos sobre Puerto Rico. Decides que es hora de decir algo. ¿Qué se te pasó por la cabeza?No sentí ninguna presión para decir algo, lo hice porque lo sentía. Estaba molesto en ese momento, porque estaba aquí en Nueva York. Y dije: “Bueno, este tipo está aquí, deberíamos ir…”.Fue el momento, la molestia, porque sí, lo sé, es un comediante, pero eso no era un espectáculo de stand-up comedy, se suponía que era un mitin político. Yo no sabía que era comediante, tenía un traje y pensé: “Ah, es un político”. Luego la gente me dijo que era comediante. No era gracioso. Por muchas razones. Tengo un gran sentido del humor, y me gusta el humor negro, pero hay lugares y circunstancias para eso.Un par de semanas después, una gran noticia que surgió de las elecciones fue que muchos votantes latinos se pasaron a la derecha. ¿Cómo conciliaste esas dos cosas en tu cabeza?No sé qué decir, no sé qué creer. No sé nada. Solo sé que siempre habrá quien proteja y defienda nuestro país y cultura. Esa es la gente que quiero tener a mi alrededor, es en la que creo. Y eso es algo que también quiero inspirar y promover con este proyecto.Eres la estrella puertorriqueña más visible. ¿Te pesa tener el poder de influir en las perspectivas y opiniones de la gente?Cada vez que me expreso sobre algo, lo hago porque lo siento. No es porque sea Bad Bunny y tenga 40 millones de seguidores, no. Soy un ser humano normal, tengo sentimientos; me molesto y me alegro, así es como hago mi música. A veces es para llorar, a veces es para bailar, para enamorarse, o para hablar de cosas políticas. Así es como funciona: todo lo que digo y todo lo que hago es porque lo siento, no porque sienta la presión de decir algo porque soy una figura pública.¿Hay canciones o frases políticas en este proyecto?Hay muchas líneas políticas que no se puede decir que sean políticas. La canción “Bokete” es una canción sobre una historia de amor, pero toda la analogía del boquete es que en Puerto Rico hay muchos hoyos en las carreteras. No es una canción sobre hoyos. Hay muchas cosas así.Ahora que tu música llega a tantos millones de personas en todo el mundo, ¿sientes que tal vez los oyentes que no hablan español se están perdiendo de algo al no entender las letras?Definitivamente. La gente se pierde muchas cosas. Incluso muchos latinos que hablan español se pierden cosas porque canto en jerga puertorriqueña. Después de Un verano sin ti, que fue el mayor éxito de mi carrera, llegué con un álbum totalmente diferente, Nadie sabe lo que va a pasar mañana, con un montón de analogías de Puerto Rico, y estoy seguro de que la gente se perdió las mejores partes de ese álbum. Sin duda.¿Cómo te hace sentir eso? [cantando] I doooooon’ttttt caaaaaare (No me importa).
